El gobierno socialista no tiene con que pagarle un salario justo a los maestros. En cambio tiene con que mantener un gabinete integrado por más de cuarenta ministros.
No hay con que pagarle un salario digno a los trabajadores, pero en cambio sí hay con que mantener esa frondosa e inútil burocracia inventada para complacer a los compañeros de partido más cercanos al presidente.
Estoy convencido de que Venezuela podría funcionar con un gabinete mucho más pequeño. Menos de diez ministros, en lugar de los cuarenta y tres que existen ahora bastarían para atender los asuntos fundamentales que debe resolver el gobierno: un ministro para la política interior, uno para la política exterior, uno para la defensa nacional, uno para la economía, uno para los asuntos sociales, uno para los servicios públicos, uno para educación, ciencia, tecnología y cultura y uno para la Secretaría de la Presidencia de la República.
Serían pocos ministerios. Un número compatible con las exigencias de una gerencia moderna y eficiente. Es imposible que una sola persona, pueda recibir cuenta de cuarenta y tres ministros. Con los ministerios que proponemos estoy seguro de que contaríamos con una administración pública mucho más eficiente.
El ministro para la Política Interior se ocuparía de las relaciones con las otras ramas del poder público y también con las administraciones regionales y municipales. Además de ocuparse de las relaciones con todos los actores, que tienen que ver con la política nacional.
El ministro de Relaciones Exteriores se ocuparía de mantener relaciones con los otros países y con la diplomacia multilateral.
El ministro de la Defensa tendría a su cargo la supervisión de la Fuerza Armada y la defensa de la Soberanía Nacional. Asegurarle al país una Fuerza Armada moderna, bien equipada y profesional.
El ministro para la Economía tendría a su cargo la lucha contra la recesión y la inflación, la producción de bienes y servicios requeridos por el desarrollo nacional y la generación de empleos bien remunerados para todos los ciudadanos.
El ministro para los Asuntos Sociales tendría bajo su responsabilidad promover una democracia sin pobreza.
El ministro para los Servicios Públicos tendría a su cargo las medidas necesarias para garantizar servicios públicos eficientes para todos los ciudadanos.
El ministro de la Secretaría de la Presidencia sería el coordinador de toda la gestión pública.
Seguiremos conversando.
Eduardo Fernández
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