A través de un comunicado emitido este miércoles por la Casa Blanca, se conoció que el Presidente de los Estados Unidos, prorrogó por un año el decreto que considera a la administración de Nicolás Maduro como una amenaza para el país norteamericano.
El decreto ha permanecido vigente desde su promulgación en 2015, durante la presidencia de Barack Obama, tanto él, como Donald Trump lo mantuvieron vigente a través de prórrogas.
Para la administración de Biden, las circunstancias de la política venezolana no han mejorado, por lo que se considera que la administración de Maduro aún es una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior norteamericana.
El mencionado decreto, acusa la persecución política hacia opositores, violaciones a los Derechos Humanos, restricciones a la libertad de prensa, represión violenta en protestas civiles, detenciones a manifestantes y corrupción gubernamental.
La renovación del decreto por parte de Joe Biden, frena las aspiraciones de Miraflores por restablecer las relaciones con la Casa Blanca. Según expresó Maduro: «Venezuela está totalmente lista para normalizar las relaciones con EE. UU.«, por otra parte, ratificó que esperan que se abra un diálogo que sea directo y sincero, que permita el entendimiento entre ambas naciones.
Sin embargo, Nicolás Maduro también reconoció, que la postura de Washington no ha cambiado, en relación a la que tenía el gobierno del antecesor, Donald Trump. Al respecto, cabe destacar que permanecen las sanciones impuestas al régimen.