Madres, padres y alumnos del Colegio Emmanuel se instalaron en las inmediaciones de este centro educativo, en protesta para exigir que no sea cerrada la etapa media y diversificada, radical medida que se tomaría en virtud de una presunta crisis presupuestaria, derivada de la falta de pago de matrículas y mensualidades por parte de algunos representantes.
Entre pancartas ondeadas, pitos y consignas cobró vida una voz de reclamo contundente elevada por jóvenes y adultos, la cual más tarde fue avivada por transeúntes y transportistas que manifestaban su solidaridad con el resonar de las bocinas.
Según comentan algunos representantes, el conflicto se genera debido a la insostenible condición económica del colegio y la petición de sus directivos de una alta suma de dinero, con la cual se saldarían las remuneraciones de los docentes.
El incumplimiento del compromiso de pagar por parte de los representantes de los estudiantes ha sido catalogado como injusto por quines dirigen el plantel, debido a que -según alegan- se ven forzados a cubrir los gastos que otros padres se niegan a cancelar.
En total, serían más de 300 alumnos cursantes de primero, segundo, tercero y cuarto año de bachillerato los perjudicados por la medida. No obstante, la institución quedaría funcionando en la parte de educación primaria con una matrícula de 200 estudiantes.
Al encuentro con los periodistas de este rotativo, María Corindia, quien es madre de un alumno del plantel, explicó que este escenario tiene aproximadamente cuatro años repitiéndose en cada ciclo escolar; y exhortó a los representantes de otros alumnos a asumir su responsabilidad de pagar por la educación de sus hijos.
“Estamos sumamente preocupados por la situación de nuestros hijos. No puede ser que por una minoría paguemos todos. Hay personas que deben alrededor de seis meses. El anuncio se hizo ayer y nos cayó de sorpresa. Mi hija está en cuarto año y le falta un año para su graduación. Exigimos a la institución y la Zona Educativa que se pongan en nuestro lugar”, dijo.
Tras recordar que la ubicación de este plantel respecto a sus hogares es estratégica, el grupo de representantes indignados ante la “irresponsabilidad” de otros, manifestó su temor de verse obligados, frente a un eventual cierre institucional, a inscribir a sus hijos en instituciones lejanas.
De igual forma, accedió a la entrevista la representante Belkys Rico, quien no descartó la posibilidad de asistir a la Zona Educativa para conseguir el apoyo del organismo oficial.
“La directiva realizó de mesas de diálogo en varias oportunidades para solucionar el inconveniente, pero los representantes morosos hicieron caso omiso de todos los llamados. Es inconcebible que algunos padres no se preocupen por la educación de sus hijos. Esperamos que la Zona Educativa nos tienda la mano, a fin de conciliar el diálogo y compromiso de todos los representantes”.
Trabajadores preocupados
Trabajadores, directivos y docentes del plantel manifestaron que la problemática estaba solucionada con la asignación de cupos a los estudiantes en diversos planteles para su reubicación.
Prefirieron proteger sus identidades, pero manifestaron que no apoyan la protesta porque catalogan la medida de “razonable”.
La medida de cierre en las secciones de bachillerato se cumpliría al finalizar el ciclo escolar.
El personal del plantel asegura que el colegio está garantizando el cumplimiento de la jornada escolar y la planificación de asignaciones programadas por los docentes.
