Paro nacional por espacio de 48 horas, a realizarse este martes 28 de febrero y miércoles primero de marzo, fue aprobado por los gremios universitarios.
Confirmó la información a El Impulso, la profesora Débora Velásquez de Valecillos, presidenta de la Asociación de Profesores de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA).
El paro, precisó, fue propuesto por los obreros de las universidades a nivel nacional y luego, nosotros, al tener junta directiva. el viernes, acordamos sumarnos a esa decisión y los administrativos también.
En Venezuela hay alrededor de 44 mil docentes universitarios, entre activos y jubilados. A ese número hay que agregar una gran cantidad de trabajadores administrativos y obreros, que se paralizarán.
Esta decisión es producto de la respuesta inexistente del Estado a todas las demandas que hemos hecho, dijo la dirigente gremial. Este no es un problema reciente, sino de vieja data. Hemos consignado documentos, ido al Ministerio a formular los planteamientos, pero pareciera que el personal docente, administrativo y obrero, no existe para las autoridades oficiales.
Manifestó que la situación se agravó cuando todos estos trabajadores, inconsultamente, fueron incorporados al denominado Sistema Patria.
Con esta medida, explicó, todos los aportes que hacemos a la Caja de Ahorros, Instituto de Previsión Social, Fondo de Jubilación y para la Asociación, quedaron retenidos, en Caracas, desde septiembre de 2021.
Nosotros tomamos algunas decisiones para resolver casos, pero otras instituciones hermanas no han podido hacer nada, acotó. Están casi cerradas, técnicamente.
Calificó de un acto arbitrario, irresponsable y de abuso de poder por parte del Estado al haberse apropiado indebidamente de los aportes que corresponde a las instituciones mencionadas y no entregarles los descuentos que se le siguen haciendo a los trabajadores. El monto de dinero es incalculable en este momento, pero es enorme.
Con el fin de buscar justicia, adicionó, nosotros nos sumamos a las denuncias hechas ante los organismos correspondientes, pero no pasa nada.
Sucede que cuando uno denuncia a las instancias que representan al Estado, hay silencio absoluto, contrario a lo que pasa cuando la denuncia es a instituciones privadas; en otras palabras, es la justicia al revés al tener prevalencia para un sector y ausencia total para otro.
En cuanto a la trascendencia que tiene este paro para el país, considera la profesora Débora Velásquez de Valecillos que esta es una manera de decir en voz alta que se visibiliza la situación de la educación en términos generales.
Recordó que hace unos cinco años, en el Decanato de Ciencias de la Salud, la Asociación declaró la emergencia humanitaria en el sector educativo.
En esa ocasión, refirió, se envió a las autoridades toda la documentación que estaba viviendo la educación en todos los niveles y han transcurrido todo ese tiempo sin que se haya modificado la situación. Al contrario, enfatizó, se ha agravado: el salario ha sido pulverizado, se eliminó la seguridad social, fueron conculcados todos los derechos alcanzados y, como cruel resultado, los trabajadores de la educación han sido sometidos a la miseria.
Ya son frecuentes las solicitudes públicas de ayuda que hacen los profesores que al enfermarse no pueden adquirir los medicamentos. Y nos tenemos que llevar las manos a la cabeza y exclamar: Dios mío, qué podemos hacer¡ Nos han llevado a la pobreza extrema.
En este instante los docentes universitarios tienen un sueldo de 25 dólares mensuales y a medida que se incrementa el valor de la moneda estadounidense se impacta drásticamente el ingreso. Pareciera que es una política de exterminio.
