Este sábado 25 de febrero, diversas personalidades de la sociedad barquisimetana y miembros del Consejo Consultivo de la Ciudad de Barquisimeto, se reunieron para celebrar el séptimo aniversario de esta instancia de participación y consulta ciudadana.
Esta celebración es también un homenaje a Fe y Alegría en su 68 aniversario, por esta razón, esta organización dio la bienvenida a los asistentes al Colegio Juan XXIII de Barquisimeto, lugar donde se llevó a cabo el ameno encuentro.
Posteriormente, la Profesora Herlinda Gamboa, deleitó a los presentes con una la lectura del poema del fundador de Fe y Alegría, Padre José María Vélaz.
Seguidamente se llevó a cabo la lectura de la palabra por parte del subdirector de esta institución, profesor Edwar Alizo.
Por su parte, el doctor Reinaldo Rojas, miembro del Consejo Consultivo de la ciudad de Barquisimeto, recordó que hace siete años se creó esta iniciativa para darle participación al ciudadano en torno a temas referentes a esta urbe.
Dejo claro que una ciudad se construye, no solo con edificios, sino con la gente, por lo que pidió a los ciudadanos ser vigilantes de los administradores de la ciudad para defenderla.
«Una ciudad se construye, no solo con edificios, se construye con la gente. Somos ciudadanos que tenemos una tarea frente a los administradores de la ciudad y por eso la invitación es a conocer la ciudad para defenderla y nosotros como consejeros queremos rescatar la institucionalidad», manifestó.
Durante su intervención, Rojas presentó una publicación del diario El Impulso, en la que se reseñó la creación del Consejo Consultivo de la Ciudad
Continuó el Doctor Reinaldo Rojas con una semblanza del fundador de Fe y Alegría, Padre José María Vélaz y de esta institución que también celebra sus 68 años de fundación, señalando que «su visión era llenar al mundo de escuelas».
Otra de las asistentes al evento fue la docente Luisa Pernalete, quien hizo referencia a la situación de la educación en Venezuela, indicando que el país atraviesa «muchas dificultades y problemas», pero destacando que es posible un mejor futuro si se educa a las nuevas generaciones.
«La educación venezolana hace años que está en una verdadera emergencia. Un millón y medio de jóvenes fuera del sistema escolar y necesitamos 250.000 maestros», detalló.
Cabe resaltar que durante estos siete años, el Consejo Consultivo de Barquisimeto ha realizado diversas actividades para analizar y resaltar las potencialidades de la capital musical de Venezuela, destacando su estratégica ubicación geográfica, atractivos religiosos, culturales, así como sus monumentos, los cuales en conjunto hacen que esta sea una de las ciudades más importantes de Venezuela.
A continuación el discurso íntegro del doctor Reinaldo Rojas:
Fe y Alegría se define como un “Movimiento de Educación Popular y Promoción
Social” que nació en el populoso barrio del 23 de enero en Caracas, un 5 de marzo de 1955,
y que hoy está presente en 22 países de América Latina, África y Europa, donde atiende a
más de 1.500.000 niños, niñas, jóvenes y adultos de sectores urbanos, rurales e indígenas
con una gran variedad de programas educativos, comunitarios y de capacitación humana y
laboral.
En América Latina y el Caribe, sus escuelas están presentes en Argentina, Bolivia,
Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras,
Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela; en el
África, las encontramos en el Chad y Madagascar y en Europa el movimiento se extiende a
España e Italia. En este sentido y sin lugar a dudas, podemos afirmar que Fe y Alegría es el
más importante movimiento pedagógico y de educación popular nacido en tierras de
América con proyección universal. ¿Qué lo caracteriza? ¿Cuáles son las bases pedagógicas y
la filosofía educativa que sustenta esa proyección universal?.
En primer lugar, se trata de un poderoso movimiento pedagógico crítico y alternativo
a la llamada por Paulo Freire, una “educación bancaria”, que es aquella que reduce al alumno
a un simple recipiente de información ya procesada por el docente. Esta labor pedagógica se
complementa con la Promoción Social de la población empobrecida y excluida, que busca
construir un proyecto de transformación social, con base en valores cristianos de justicia,
participación y solidaridad.
Fe y Alegría ha sido consecuente con la concepción de Pedagogía Liberadora
propuesta en la Conferencia General Episcopal de Medellín (1968), entendida como aquella
educación “que convierte al educando en el sujeto de su propio desarrollo (…) profundizando
la conciencia de su dignidad humana, favoreciendo la libre autodeterminación y promoviendo
su sentido comunitario.”
Paula Freire la denominó educación como práctica de la libertad, tomado como
opción servir a los pobres, a los más necesitados, para desarrollar con ellos un proyecto
educativo con sentido ético y político, sustentado en una pedagogía para la libertad y la
transformación social.
Ese movimiento fue fundado en 1955 por el Padre José María Vélaz, S.J. (1910- 1985),
nacido en Rancagua (Chile), cuando era profesor en la Universidad Católica Andrés Bello
(UCAB9 y salía acompañado de un pequeño grupo de estudiantes que él había organizado
en una congregación mariana para la labor pastoral en las comunidades que habitaban las
empinadas cuestas de lo que hoy son los bloques del 23 de Enero. El impacto de la miseria
que allí se vivía lo recoge con estas palabras:
El Colegio Juan XXIII De Fe Y Alegría: Sesenta Años De Labor En Pro De La Educación Popular En Barquisimeto. Reinaldo Rojas.
16 de febrero de 2023
“La visita a los barrios me pusieron frente a la mayor masa de miseria que yo había
contemplado entonces. Los ranchos eran de lata, de tablas, de cajones, de bolsas
viejas de cemento y de toda clase de materiales desclasificados. (…) Era como una
inmensa lepra urbana que corroía la periferia de Caracas y que, según un censo
reciente de esa año, abarcaba a más de 315 000 habitantes marginales de la
capital.”
Aquella Caracas vivía de la década de los años 50 una profunda transformación
urbana, donde al lado de la construcción de vistosas avenidas, autopistas y grandes edificios
financiados por la renta petrolera, crecían los barrios populares sumidos en la pobreza y la
falta de servicios. Fue allí, en Catia, en el Barrio 23 de enero, que con el apoyo de aquellas
familias necesitadas se levantó la primera escuela gracias a la donación que un humilde
albañil de nombre Abraham Reyes le hizo al Padre Velaz, al entregarle un rancho que había
construido para su familia para que congregara allí a los primeros alumnos de su escuela.
El Padre Velaz recuerda que después de oficiar una misa en un local ambientado para
tal acto, se le acercó el Sr. Reyes y le dijo: “Padre, si quiere hacer una escuela, yo le regalo
este local.” De aquel acto de desprendimiento nacía Fe y Alegría.
Años más tarde, en 1962, el Padre Velaz viene a Barquisimeto con el fin de promover
la fundación de una escuela de Fe y Alegría en la región, lo cual lo llevó a reunirse con todos
los sectores económicos, sociales y gubernamentales de la ciudad, con el fin de lograr esta
obra educativa. El terreno fue cedido por la municipalidad en el naciente Barrio La Pastora,
situado entre las zonas industriales, los rieles del ferrocarril y la Quebrada La Ruezga,
terrenos que empezaban a ser habitados por familias muy pobres, que levantaban sus
ranchos – igual que en la Caracas de 1955 – en medio de la miserias y la falta de servicios.
Ese barrio forma parte hoy de la populosa Parroquia Unión del Municipio Iribarren.
En aquella zona marginal de Barquisimeto, contando con el apoyo de las Hermanas
de la Congregación del Santo Ángel, surgió en 1963, “detrás de los rieles del ferrocarril”, el
Colegio Juan XXIII. Su inauguración oficial se llevó a cabo el 20 de marzo de 1963, contando
con la presencia de Mons. Críspulo Benítez Fonturvel, Obispo de Barquisimeto, las Hermanas
del Salto Ángel, el Gobernador Eligio Anzola Anzola, el Sr. Raúl Azparren, Presidente de la
Sociedad Amigos de Barquisimeto y el Sr. Antonio Benítez Méndez, presidente de la Cámara
de Comercio del Estado Lara y Sr. Fernando Aristiguieta, Gerente de Envases Varios, quien
fue la persona que la Sociedad Benéfica de Fe y Alegría autorizó para recibir aquella
donación, y que luego pasó a ser el Presidente de la Junta Directiva de la Comisión Promotora
del Colegio.
El Colegio se inició con la construcción de aulas para albergar unos 265 alumnos,
desde el primero al tercer grado, teniendo como directora fundadora a la Hermana Eva Nistal
(Sonsoles), acompañada de la Hermana Rosalía Ferreiras (Clotilde), de la Congregación del
Salto Ángel.
