Enrique Santos Discépolo (1901-1951) quien también era conocido como Discepolín, nació en el barrio porteño de Balvanera y murió en el mismo barrio de un ataque al corazón, 50 años después. Triunfó como uno de los grandes autores, fue también cineasta, compositor, dramaturgo y músico. En 1935 compuso el famoso tango titulado… “Cambalache”
Uno de los más reconocidos biógrafos de Discépolo, expresó que su vida “fue un permanente desgarrarse en una sociedad injusta (…) solo comprensible en el marco de la sufrida república Argentina del siglo XX.”
Al igual que muchas personas creyó que el mundo fue y será una porquería, en el quinientos seis y en el dos mil también. Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos, contentos y amargaos, barones y dublés (Juego de niños). Pero que el siglo veinte es un despliegue de maldad insolente, ya no hay quien lo niegue. Jamás podré aceptar que se asevere que, vivimos revolcaos en un merengue y en el mismo lodo todos manoseaos.
Los principios y valores tradicionales aceptados internacionalmente son la luz que debe resplandecer en el camino que conduce al futuro de la humanidad porque, para muchos, hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador.
Los maestros en Japón tienen hasta el privilegio de ser las únicas personas que no se deben inclinar ante el emperador, mientras, en otros países ¡Todo es igual! ¡Nada es Mejor! ¡Lo mismo un burro que un gran profesor! No hay aplazaos ni escalafón…
¡Los ignorantes nos han igualao!
Existen otros que aseveran que, si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición, da lo mismo que sea cura, colchonero, Rey de Bastos, caradura o polizón.
¡Qué falta de respeto, que atropello a la razón!
Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón… Mezclao con Stravisky va Don Bosco y La Mignon, Don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martín, es por ello qué, la corrupción, el abuso de poder, el quítate tú pa´poneme yo, la justificación de la comercialización, tráfico de drogas y estupefacientes prolifera entre quienes deberían ser ejemplo de cordura y gallardía, pretendiendo utilizar próceres patrios en una ilógica dogmatización que afrenta ancestrales tradiciones religiosas intentando imponer otras creencias aborrecidas en otras partes del mundo.
Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches se ha mezclao la vida. Para algunas personas que dicen ser de la alta sociedad, tan sólo importa el dinero que puedan ostentar, sin darle valor a su procedencia y herida por un sable sin remache se ve llorar la Biblia junto a un calefón (calentador de agua doméstico).
Citó al siglo veinte, como un cambalache problemático y febril… El que no llora no mama y el que no afana es un gil (En Argentina, “gil” es un término muy usado, sobre todo en la zona del Río de la Plata, y se aplica a las personas incautas.)
¡Dale, no más…! ¡Dale, que va! ¡Que allá en el Horno nos vamo´a encontrar…!
No pienses más; sentate a un lao,
que a nadie importa si naciste honrao.
Todo hace presumir que la degeneración ética y moral que Discepolín describió en este su tango, se ha exacerbado en el principio del siglo XXI. Supuestamente, mientras integrantes de una nueva clase social de la cual no se sabe la procedencia de las inmensas fortunas que ostentan se empoderan de la economía haciendo estimar qué, es lo mismo el que labora noche y día como un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura, o está fuera de la ley.
Es imprescindible y perentorio rescatar los principios y valores ancestralmente heredados de nuestros padres y abuelos, inculcados fehacientemente en la educación tradicional transmitida por maestros y profesores, verdaderamente profesionales de la docencia, en escuelas, colegios, liceos, universidades, escuelas técnicas y demás sistemas de enseñanzas comprobadamente efectivos y eficientes, donde personas de los más bajos recursos financieros han tenido la oportunidad de superarse y han servido de ejemplo de trabajo, esfuerzo, tesón , perseverancia e inversión. Más allá de colaborar con el desarrollo del país, han marcado el camino para enfrentar y superar la inmensa crisis que azota el bienestar ciudadano en la república que parió a los libertadores del mundo y posee las más grandes riquezas del globo terráqueo en petróleo, oro, Coltán, bauxita, hierro, y pare usted de contar; zonas de exuberante belleza, propias para desarrollar a la industria sin chimeneas, el turismo, y lo principal y más importante:
“El Talento probó plenamente capacitado, que ha sido demostrado mundialmente.”
Es imprescindiblemente necesario parar la diáspora que destruye nuestras familias, echemos el miedo a la espalda, y las ganas por delante, lo mejor está por venir…
Somos hijos de Dios, de Jesús el Cristo Redentor y del Espíritu Santo bajo el amparo de la Virgen María, en la advocación de la Virgen de Coromoto…
¡Adelante…!
Aferrados al Estamento Legal vigente y a los Tratados Internacionales suscritos por la Republica, haciendo valer nuestros Derechos Humanos, tenemos el deber de devolver nuestra amada Venezuela al sitial que merece, trabajo, esfuerzo, tesón ,perseverancia e inversión son la herramientas, demostraremos así todo el amor que le tenemos y que tenemos a nuestros conciudadanos…
¡UNIDOS LO LOGRAREMOS!
Maximiliano Pérez Apóstol