Si estás apegado a algo, ya sea, al dinero, al trabajo, a una relación de pareja o de amistad, a la familia, a una casa, y esto no te hace latir de verdad, es preferible cerrar capítulo con este vicio y abrirte a nuevos horizontes y oportunidades.
A las emociones: Es tan fácil apegarse a aquello que nos da seguridad, aquello que nos hace sentir llenos, a las emociones beneficiosas, etc. También es común apegarse al dolor, a la tristeza, a la miseria, a la desdicha, a las emociones dañinas.
A lo negativo: Parece incomprensible que sea así, pero hay quien se apega a lo negativo, a aquello que sabe que no le beneficia y está ahí, creando un lazo o un patrón de comportamiento repetitivo y doloroso para su vida y sobre todo para su corazón.
A las cosas materiales: Con relación a tu casa, hay que repasar lo que guardas, por ejemplo, si hay ropa que hace tiempo que no te pones, cosas que ya no utilizas o que ya no necesitas, o alimentos que guardas porque sí, ahora es tiempo de ordenar y soltar. Céntrate en aquello que quieres y en aquello que no quieres para ti. Una vez comiences a desapegarte de aquello que es viejo, se inicia un cambio de frecuencia que te abre a cosas nuevas.
A las relaciones: En cuanto a las personas, a las relaciones, pasa lo mismo, no nos lleva a ninguna parte ser dependientes. Si convives con personas que ya no admiras o que ya no sientes lo mismo que sentías, es mejor y más honesto, cerrar este capítulo, aunque sientas dolor y gratitud por todo aquello que has aprendido.
Es mejor despedirse que continuar esclavo. Al cortar con alguna relación también es importante hacerlo con amor y gratitud, no desde la rabia y el enojo, porque esto crea un círculo negativo de energía que no conviene.
Por miedo a estar solos, por miedo a enfermar, por miedo a expresar lo que sentimos de todo corazón, por miedo a los juicios, por miedo a la sociedad, etc… Afirmo que solamente por miedo, nos apegamos.
Vivir en estado de Gratitud. Parece una palabra fácil de usar en momentos divinos pero en momentos turbulentos nos olvidamos de ella. Tiene un poder ilimitado. Cuando dices gracias, estás honrando, reconociendo, valorando, diciendo sí a este momento, sí por algo será, sí a permitirte tener espacio. Este sí aporta Amor y Silencio.
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