El Molino es una comunidad ubicada al noroeste de El Tocuyo que nació hace unos cuantos años de la necesidad de un grupo de familias por disponer de techos donde vivir.
Conforme transcurrían los años fue creciendo hasta convertirse hoy día en una de las de mayor población de la ciudad.
Sus habitantes, deseando vivir con dignidad, como lo garantiza la Constitución, exigieron ser dotados de servicios públicos, logrando algunos, aunque otros siguen pendientes por falta de interés de parte de quienes dirigen la Alcaldía del municipio Morán.
La única suerte de El Molino es servir de hogar al presidente del Concejo Municipal y a sus familiares. Gracias a esta coincidencia les medio acondicionaron las calles principales pasándoles un patrol.
“Pero les dio pereza arreglarlas bien, porque ni siquiera les hicieron cunetas y mucho menos las asfaltaron”, declaró el dirigente social Antonio Mendoza mientras hacía un recorrido por el sector.
En realidad sólo fue un “pañito caliente” lo que le pasaron a la calle principal de El Molino pues el resto permanece intransitable.
“Y eso que todavía no ha llovido porque cuando caiga un buen aguacero por aquí no se puede pasar, ni en caballos”, indicó.
Con eso quiso señalar la necesidad de que el presidente del ayuntamiento morandino mueva sus influencias con el alcalde para que ordene la recuperación plena de toda la vialidad de El Molino antes de que las lluvias le convierta en múltiples lagunas.
Pero en El Molino no sólo tienen las calles como problema pues también existe una laguna que hicieron hace años cuando sacaron tierra para la represa Dos Cerritos y ha quedado como laguna de oxidación, pero sin ningún tratamiento.
A ese gigantesco pozo le caen las aguas de lluvia, así como servidas, convirtiéndose en un reproductor de insectos, además de que de allí emanan olores nauseabundos que no permiten a los vecinos vivir tranquilos.
“Cuando llueve duro y le caen todas las aguas de la parte alta esto se desborda y ya algunas familias han pasado grandes sustos al ver como las aguas ingresan a sus casas”, dijo.
Precisó que cuando eso ha ocurrido, y a pesar de que funcionarios de la Alcaldía les han visitado y precisado la gravedad de la situación hasta ahora no han podido conseguir que desde el gobierno local hagan las gestiones pertinentes ante el Ministerio del Ambiente para que esa hondonada sea eliminada y, además, de que desaparezca el foco de contaminación en que se convierte, también lo haga el peligro de inundación para las casas vecinas.
Pero en El Molino no sólo aspiran les resuelvan los problemas que representan las calles sin asfalto ni aceras y la laguna verde sino también confrontan el de la basura que no es recogida con regularidad por lo cual se forman los montones de bolsas en plena vía pública.
Igualmente exigen de la policía les incluya en sus programas de recorridos o patrullajes para que los delincuentes no sigan constituyendo una amenaza para las familias, en especial en horas de la noche.
