Es importante que las mujeres que han decidido tener un bebé después de los 30 años de edad conozcan los riesgos que esto representa, así como los cuidados necesarios para que su embarazo se logre de forma saludable para ella y su hijo
En la actualidad ha dejado de ser una «regla» que las mujeres tengan hijos a los 20 años de edad. De acuerdo con el National Center for Health Statistics, entre 1978 y 1997, la tasa de nacimientos subió un 90 por ciento para las mujeres de entre 35 y 39 años. Entre 1981 y 1997, la tasa subió un 87 por ciento para las mujeres de entre 40 y 50 años.
Los avances de la medicina han ayudado a las mujeres de entre 35 y 50 años a tener embarazos con menos riesgos que en el pasado. A pesar de esto, es necesario que las mujeres conozcan los riesgos relacionados con los embarazos a esta edad para estar informadas al decidir cuál es el mejor momento para comenzar a formar una familia.
Uno de los principales contras de quedar embarazada después de los 30 años, es que la fertilidad disminuye, ya que la cantidad de óvulos es menor y los que se producen ya no tiene la misma calidad que los que generabas a los 20 años de edad. Como señala el sitio vidaysalud.com, debido a los cambios hormonales, las ovulaciones serán menos frecuentes, por lo que quedar embarazada costará más trabajo.
Maternidad tardía no es imposible, pero sí es necesario que la mujer y su pareja sean asesorados por un especialista, mismo que les dirá las medidas de salud que debe seguir, pues un embarazo a los 35 años necesitará de más cuidados y atenciones para que se logre de forma sana y segura tanto para la mamá como para el bebé.
El portal geosalud.com, menciona que un estudio de la escuela de medicina Mount Sinai de Nueva York, demostró que en un embarazo después de los 35 años de edad, se presenta dos veces más probabilidad de que la madre desarrolle alta presión arterial y diabetes que una mujer de entre 20 y 30 años.
En cuanto a los riesgos que puede presentar el bebé se encuentran las anomalías genéticas debido a que los óvulos tienen mayores complicaciones a la hora de dividirse. Umm.edu, menciona que el trastorno genético más común en embarazos de edad avanzada es el síndrome de Down, causado por la presencia de un cromosoma adicional que provoca retardo mental y defectos en el corazón y otros órganos.
No obstante, en la actualidad existen exámenes para detectar anomalías cromosómicas relativamente temprano en el embarazo: las pruebas de detección del primer trimestre (medición de la translucencia nucal con ultrasonido y pruebas de sangre materna), muestra de vellosidades coriónicas y amniocentesis.
Otro de los riesgos para la mujer es sufrir un aborto, ya que entre más años tenga mayor será la posibilidad de perder el producto. De hecho, para una mujer mayor de 40 años, el riesgo se duplica en comparación con una mujer de 20 años.
Así mismo se menciona que los riesgos también se presentan durante el parto; estudios han demostrado que las mujeres mayores tienen más probabilidades de prolongar la segunda etapa del parto y de sufrimiento fetal. Esto incrementa la probabilidad de tener un parto vaginal asistido con fórceps o ventosa obstétrica o de una cesárea. Las mujeres mayores también tienen un mayor riesgo de un mortinato, cuando el feto muere durante el nacimiento o durante la segunda mitad del embarazo.
Es importante resaltar que los riesgos antes mencionados son probabilidades, es decir, que no son sucesos que forzosamente pasaran si una mujer de 35 o más años se embaraza. Como menciona geosalud.com, también se ha visto que las mujeres de estas edades que deciden embarazarse se encuentran generalmente en excelente estado de salud, por lo que pueden esperar tener embarazos saludables.
Como lo indicamos anteriormente, una gestación tardía debe ser supervisada por un especialista, con el objetivo de que todo el proceso sea controlado y llevado en las mejores condiciones, pero no está de más que conozcan los riesgos que representa su embarazo.
Algunas de las recomendaciones básicas que una mujer de 35 o más años, debe seguir durante su embarazo son:
Tomar una multivitamina con 400 microgramos del ácido fólico del complejo de vitaminas B diariamente antes y durante la primera etapa del embarazo. Con esta ayudarás a prevenir ciertos defectos de nacimiento del cerebro y médula espinal. (Esto es para todas las mujeres en edad de tener hijos.)
Levar una dieta saludable. Incluir alimentos ricos en ácido fólico como cereales fortificados para el desayuno, jugo de naranja y verduras de hoja verde, y lograr el peso adecuado para la altura antes de la concepción.
Someterse a un chequeo médico antes del embarazo y recibir cuidados prenatales durante el embarazo desde temprano y de manera regular.
No consumir bebidas alcohólicas como licores, cerveza, vino o mezclas de vino con frutas durante el embarazo.
No fumar durante el embarazo.
No utilizar drogas, incluso medicamentos que se venden libremente, a menos que así lo recomiende un médico que sepa que está embarazada.
Controla tu presión arterial y los niveles de azúcar en tu sangre.
Mantente activa, haz ejercicio; siempre y cuando el doctor te lo permita.