A mitad del mes de noviembre, el abuso sexual a un niño por parte de varias de sus familiares en La Sábila, al norte de Barquisimeto, estado Lara, encendió las alarmas en las autoridades tanto regionales como nacionales.
La repercusión del video que se filtró en redes sociales, corrió por todo el país, ante la mirada de los venezolanos que quedaron impresionados ante tal acto, que la gran mayoría catalogó como una aberración.
Los movimientos de las autoridades llegaron ante la ola masiva de comentarios que surgieron denunciando el delito.
El Consejo de Protección de Niños, Niños y Adolescentes del Municipio Iribarren (Cpnnai) rechazó la violación y a su vez, informó sobre cómo denunciar este tipo de abusos, para lo que dejó un número telefónico (0424-6274496) y así las personas de la región pudieran realizar las respectivas denuncias de forma anónima. «En ese momento enviamos la denuncia a la Fiscalía y luego es remitida a la instancia judicial para que investiguen el caso», agregó.
Por su parte, la Alcaldía de Iribarren se pronunció, a mitad del mes de diciembre, para señalar que tomarían una serie de acciones para contrarrestar el aumento de los abusos sexuales en niños, niñas y adolescentes.
Un abordaje social, charlas y talleres sobre pedofilia, la apertura en 2023 de nuevas defensorías, un proceso de «profesionalización» de los consejeros para formar y capacitar a las personas que acompañan a los niños en estos casos y la creación de una caso abrigo, para resguardar a los pequeños afectados fueron parte de las medidas anunciada por Luis Jonás Reyes, alcalde de Iribarren.
El caso del infante de La Sábila también abrió las puertas para los pronunciamientos de las organizaciones sociales que buscan cuidar a los niños, quienes pidieron al Estado venezolano meter la lupa en el tema.
“Se debe seguir exigiendo al Estado que trabaje para disminuir este tipo de hechos, es una deuda con la sociedad”, dijo Luisa Pernalete, integrante del Centro de Formación e Investigación de Fe y Alegría, y de la Red de Convivencia y Ciudadanía.
El empobrecimiento del país, posible causa del aumento de casos
En Venezuela, la crisis social y económica que azota a los venezolanos desde hace más de 8 años, es un elemento que ha contribuido a que los casos de abusos contra los niños se multipliquen. Y es que el empobrecimiento del país ha provocado la migración forzada y que muchos padres dejen a sus hijos desprotegidos, igualmente, ante la necesidad de buscar el sustento diario ante la delicada situación la vulnerabilidad de los chicos aumenta.
Lea también: OVV Lara: Abuso sexual a menores es un tema urgente para el Estado y resto de la sociedad #13Dic
“Las desigualdades sociales se expresan también a lo interno de las familias. Las mujeres son las jefas del hogar y están encargadas de las labores de cuido de los hijos, pero la necesidad les obliga a alejarse de sus viviendas para buscar el sustento. Así se crea un contexto de vulnerabilidad que los agresores de menores aprovechan”, comentó el el sociólogo Carlos Meléndez Pereira, coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia Lara (OVV Lara).
Una nueva Ley, que aún no tiene resultados
El año pasado, se aprobó una nueva Ley para la Prevención y Erradicación del Abuso Sexual Contra Niños, Niñas y Adolescentes, impulsada para disminuir los casos de violaciones sexuales contra los más pequeños.
Sim embargo, los resultados de la implementación de esta ley no han sido los esperados, y es que para la ONG Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap), los casos no han disminuido en el 2022.
Lea también: Fiscalía contabiliza 1.024 casos de pedofilia en lo que va de 2022 #3Nov
Una prueba de ello, son los 1.024 casos de pedofilia que registró el Ministerio Público entre enero y octubre de este año, junto con datos de Cecodap que revelan que entre abril de 2021 y marzo de 2022, se reportó un incremento en solicitudes relacionada con abuso sexual.
“Esta cifra es alarmante y debe convocar a la sociedad civil, a la familia y al Estado a contrarrestar esa situación. La infancia pasa rápido y debemos actuar en consecuencia”, consideró también Pernalete, al referirse a los casos documentados por el Fiscalía venezolana.
¿Cómo afectan las violaciones a los niños, niñas y adolescentes?
Más de mil casos de abusos fueron documentados durante este año, de esos, al menos 17 están en el municipio de Iribarren, Barquisimeto, Estado Lara, según expresó Luis Jonás Reyes en la rueda de prensa donde anunció nuevas medidas para desarticular cualquier red de pedofilia y proteger a los niños.
Son más de mil vidas marcadas por un abuso sexual, un hecho que puede determinar el rumbo de estos niños. Para conocer más sobre lo que provocan estos delitos en el comportamiento de los pequeños y cómo pueden superar estos hechos traumáticos, El Impulso contactó con el psicólogo Waldemar Piña, quien reconoció que hay consecuencias a corto y largo plazo.
Dividió las consecuencias a corto plazo, entre niños de edad de preescolar, edad escolar y adolescentes. Entre los niños pequeños (edad de preescolar), las consecuencias pueden ser las siguientes: enuresis, encopresis, dolores estomacales, retrasos en el desarrollo, problemas internalizantes (ansiedad y retraimiento), síndrome de estrés postraumático y conductas sexualizadas (Tocamiento de sus genitales).
Para la edad escolar se pueden mantener los resultados antes mencionados, acompañados por agresiones, problemas conductuales, bajo rendimiento escolar y problemas disociativos.
Mientras que, para la etapa de la adolescencia, las consecuencias pueden manifestarse con problemas internalizantes como ansiedad y retraimiento, trastornos disociativos, trastornos psicobiológicos, síndrome de estrés postraumático, que serán expresados en su conducta, e incluso se pueden presentar problemas de salud, trastorno de alimentación, actividades delictivas, consumo de drogas, conductas suicidas y conductas sexuales de riesgo.
En cuanto a las consecuencias que se pueden evidenciar a largo plazo, Piña explica que se notan cuando «las cosas que vivió en su infancia» repercutan en el comportamiento de la persona adulta.
Problemas emocionales, conductuales, trastornos como depresión, ansiedad, baja autoestima y problemas en las relaciones sexuales, son parte de las secuelas que dejan las violaciones en las personas cuando llegan a la vida adulta.
¿Cuáles son los pasos a seguir después que se sepa que el niño fue abusado?
Las agresiones sexuales dejan una huella imborrable para las víctimas, incluso para aquellos quienes han logrado superarlas y vivir a plenitud. Sin embargo, este proceso no es sencillo y se requiere mucha valentía para levantarse de este trauma.
Los niños son quienes menos entendimiento tienen sobre los que sucede, por esa razón, es necesario un proceso de acompañamiento y ayuda por parte de sus padres o personas encargadas.
Una de las recomendaciones de Piña es «mantenerse enfocado en el bienestar del niño, hay que responder adecuadamente cuando un niño te dice que fue abusado sexualmente (…) Ayudarlos a asegurarse que hay personas y lugares en su mundo que son seguros».
Crear un entorno cómodo cuando se hable del problema, tener paciencia, no juzgarlo, creerle inmediatamente y no mostrar una reacción negativa, son algunas de cosas que los responsables podrían hacer para comenzar con el proceso.
«Hay que prestar atención cuando esté hablando, hay que hacer preguntas abiertas y no directivas. Hay que tener paciencia, porque si apresuramos, el niño se puede sentir inseguro de hablar porque puede ser aterrador para el niño», añade.
Por otra parte, para los niños, quienes están en constante crecimiento y desarrollo es importante que sean ayudados por una intervención interdisciplinaria, donde están incluidos psicólogos, docentes, psicopedagogos, abogados y médicos.
Todos estos profesionales aportan un grano de arena para que una víctima menor de edad pueda emprender su camino hacia la superación del trauma que significa ser agredido sexualmente.
Condenas de la legislación venezolana para los pedófilos y victimarios
Cuando se trata de las leyes para castigar a los agresores sexuales en el país, el abogado Alexis Ramos señala que se apegan a lo que establece la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna) «en lo que son las responsabilidades penales».
«Son penas que exceden más de 8 años», manifestó el abogado cuando se habla de condenas para los victimarios, quien además rechaza categóricamente estos actos que «marca de por vida» a los niños.
Los imputados por estos delitos se enfrentan a penas que oscilan entre 14 y 17 años, mayormente. «Cuando son culpables en lo que es la fase intermedia, que son fases de control o fase de juicio siempre oscilan entre 14,15, 16 y máximo 17 años», resaltó Ramos.
Aunque, detalló que hay algunas penas que pueden alcanzar los 20 y 25 años, cuando se trata de un delito con acto carnal donde las víctimas, especialmente vulnerables, bien sean niños o niñas menos a los 13 o 14 años.
