«¿Qué pasa con la hidrológica en Palavecino?«, esta es la pregunta que se hacen los habitantes de este municipio del estado Lara, quienes se enfrentan a diversas irregularidades que concluyen en el mismo tema: la falta de agua.
«No entendemos los vecinos de la parroquia José Gregorio Bastidas en Palavecino qué sucede con el agua. En la mayoría de los casos de la administración del líquido por sectores es escaso el caudal, cosa cotidiana y común. Pero está semana han enviado una presión fuera de lo normal, que rompe boyas en los tanques, revienta tuberías en las casas», con este mensaje, los habitantes de Palavecino expusieron el problema que tienen actualmente a los medios de comunicación, con la intención de encontrar algún aliado que les ayude a canalizar esta irregularidad ante las instancias correspondientes.
Con esto, el equipo periodístico de El Impulso conversó con Rita Pérez, vecina de las comunidades afectadas, quien destacó que la «zona alta» de la parroquia José Gregorio Bastidas siempre ha sido de las mas desfavorecidas en cuanto al servicio. «Los martes y jueves nos solía llegar el agua por pocas horas y con un caudal bastante débil», explicó. Pero ahora no solo tienen ese problema, sino que se sumó uno nuevo: La semana anterior y este martes 27 de diciembre el caudal que llegó a la zona fue tan fuerte que reventó tuberías en las casas, lo que obligó a los trabajadores de la hidrológica a cerrar el fluido para intentar reparar los daños, sin embargo, parece que tendrán que esperar más de lo pensado.
«Hoy nos dicen desde la Hidrológica que los tubos los reparan en Enero, pero no nos dicen qué día, así que podríamos durar mucho tiempo sin una gota de agua«, contó Rita Pérez. La ciudadana de Palavecino indicó que desde la hidrológica alegan que esta decisión es para prevenir nuevos daños y para mantener «el caudal racionado».
De esta manera, crece la preocupación de los habitantes de este sector de Palavecino, porque tal como mencionó la señora Pérez, alrededor de 1.500 viviendas son afectadas por este «caudal racionado» por parte de la hidrológica del municipio, situación que temen se pueda prolongar hasta finales del mes de enero, es decir, un mes sin una gota de agua.
