#Opinión: La muerte de Chávez Autor: Adelso González Urdaneta

Un suceso de mucha trascendencia es la muerte del Presidente Chávez. Ante todo hemos de manifestar a sus padres, hijos y demás familiares, amigos, acompañantes y seguidores nuestra sentida palabra de solidaridad en el pesar. Tan trascendente acontecimiento nacional e internacional nos obliga a dejar acá las primeras reflexiones, para la consideración de nuestros generosos lectores:
-En la actual Venezuela ha habido toda una variada opinión y especulación sobre la enfermedad y la muerte del Presidente Chávez, pasando por el secretismo, los misterios y las manipulaciones, de quienes mantienen en sus manos el poder, dentro de los lineamientos esenciales del modelo político imperante. De ello no nos ocuparemos en la presente ocasión.
-Sin la menor duda la muerte del Presidente Chávez deja en la mayoría de los venezolanos, que es gente pobre y muy necesitada, un vacío de larga duración. Uno no sabe a ciencia cierta hasta dónde los compañeros de partido y de gobierno del Presidente sabrán llenar o medio llenar ese vacío, en la concreción del discurso y de las realizaciones, si los resultados de la próxima e inmediata elección presidencial los favorecen, lo que pareciera ser, por obvia razón, la primera opción. Si no fuera así y ganara el candidato de la oposición democrática, la cosa se hace mas compleja y difícil para uno, sin perder para nada el ánimo y la voluntad para ganar, por encima de las dificultades, desventajas y realidades existentes.
-La enorme manifestación popular del miércoles 6, rumbo a la Academia Militar, acompañando al Presidente extinto y a los gobernantes mostró y demostró tener suficiente potencialidad humana, política y electoral para lo que viene. Pareciera haber sido todo muy bien planificado, contando con el muy voluminoso aporte de la espontaneidad de la gente cuyo corazón fue ganado por quien en vida fuera sentimentalmente su representante y hasta el salvador en sus penurias.
-El coincidente gesto de altura, de los voceros institucionales del Gobierno y de la Oposición, el mismo día de la muerte del Presidente Chávez, ayudó mucho al establecimiento del requerido y demandado clima de paz y de respeto que debe privar, para evitar caer en un empeoramiento de la crisis existente. Ojalá ello resulte el mejor abono inicial al terreno que debe reinar entre todos los venezolanos, aunque nos mantengamos todos firmes en nuestras creencias e ideas sobre el presente y el futuro político y electoral de nuestra Venezuela.
-Algo sobre lo que no debiera haber la menor duda es lo siguiente: a partir de ahora se inicia un nuevo ciclo histórico, donde el denominado “Chavismo sin Chávez” cumplirá su rol central. Ya lo veremos en el inicio de su desarrollo, con lo que pudiera hoy ser calificado como la primera fructífera siembra.