Con un fuerte resoplido la locomotora del Ferrocarril Bolívar anunciaba a los pasajeros de la Estación Barquisimeto que ya era hora de abordar. En el segundo vagón, ya estaban debidamente sentados los miembros de la Orquesta Mavare, todos ansiosos y llenos de expectativas, pues emprendían una gira que abarcará varios estados del país como Falcón, Zulia y Táchira.
El historiador Cruz Enrique Otero Duno, cronista del municipio Silva del estado Falcón, registró para las crónicas un interesante reportaje que fue publicado el 16 de noviembre de 2006 en el Diario La Costa, en donde revela que la orquesta más antigua de Venezuela, fundada el 31 de diciembre de 1897 en Barquisimeto, estado Lara, por el destacado músico Miguel Antonio Guerra Ravelo, que para entonces tenía tan solo 18 años de edad, realizó una gira que inició en tierras falconianas, propiamente en Tucacas.
Quizá el término de giras hoy sea muy común y más en el ámbito de la farándula, pero para los años 30 del siglo pasado, que una organización orquestal emprendiera semejante recorrido, con toda su parafernalia y toda la logística que ello acarreaba, era toda una hazaña.
Otero Duno desentraña y rastrea cómo fue a dar La Mavare hasta Tucacas, apuntando que, en julio de 1938, esta agrupación musical estando bajo la dirección del maestro Napoleón Lucena, fue contratada para viajar a Tucacas a fin de amenizar la boda del señor Pedro Gómez con la distinguida señorita Petra Esther Pino Salas, dilecta hija de Ricardo Pino y Domitila Salas de Pino.
Según la crónica de Otero Duno, Pedro era muy alegre, de estatura alta, de piel blanca y quien había nacido en 1912, en Punta de Piedras, sector Los Gómez de la isla de Margarita. Fue hijo del coronel Doroteo Díaz Salazar y Teodora Vásquez. Desde joven se dedicó a la navegación y años después trabajó en una compañía que trasladaba combustible desde Curazao hasta Estados Unidos. Finalmente laboró en el Ministerio de Justicia, en San Felipe, ciudad donde murió el 9 de junio del año 1999.
De la consorte Petra Esther -rastrea el cronista del municipio Silva, que era hermana de Dilia y Carmen Elena, quienes se marcharon a vivir en Caracas. Esta última casó con el ganadero Pedro Antonio Velásquez Acosta, el más famoso coleador del estado Yaracuy, quien visitaba Tucacas en la época de las fiestas patronales de la Virgen del Carmen y se hacía con los mejores trofeos.
Domitila, conocida como mamá Tila, era natural de San Felipe y poseía en Tucacas la Pensión Familia, ubicada en la calle Comercio frente a la plaza Bolívar. En la espaciosa casa, que también tenía acceso por la calle Ayacucho, solían alojarse los viajeros que pernoctaban para tomar al día siguiente el vapor con rumbo a Puerto Cabello. Esta dama tenía convenio para regentar una posada para obreros que funcionaba en la casa No. 5 de la compañía del Ferrocarril Bolívar.
En cuanto a Ricardo Pino, conocido como papá rico, nuestro cronista señala que éste se dedicaba a comercializar café y cacao producido en los valles de Aroa, los cuales trasladaba a Tucacas en arreos de burros.
Tres días de fiesta
Referente a la orquesta Otero Duno reseña que los integrantes de la Mavare se embarcaron en la Estación Barquisimeto, tomaron el tren a las siete de la mañana y llegaron a la estación El Hacha, ubicada cerca de Aroa, a la hora del almuerzo. A la una de la tarde continuaron rumbo a Tucacas, donde hicieron su llegada a eso de las cinco.
El cronista refiere que La Mavare amenizó la boda y tocó durante tres días. La fastuosa fiesta se escenificó en el gran salón de la pensión de la Calle Comercio, acotando que la mayoría de los caballeros que asistieron al acto iban ataviados con trajes de lino 100 de color blanco.
Aporta como dato curioso, que a causa de la demanda, escaseó en las pulperías el famoso Jabón Certificado de Ross, que era muy solicitado por las damas de buen gusto.
Al dar inicio al evento la primera pieza que interpretó la agrupación barquisimetana fue el vals titulado «Baile de Bodas» y, en medio de la fiesta alguien gritó: ¡Las nupcias se contraen, la boda se celebra y el matrimonio se vive! Los aplausos retumbaron en el recinto.
En la ocasión de la visita de la Orquesta Mavare a Tucacas estaba de moda el afamado conjunto musical del trompetista Octavio Vergel, integrado por Santiago Vergel (violinista), Juan Velásquez (flautista), Ramón Madrid (cuatrista) y Santiago Ortega (guitarrista).
Al año siguiente, prosigue el historiador que nos ocupa, cuando fue inaugurada la plaza Bolívar de Tucacas, Octavio Vergel fue invitado al evento oficial. El músico fue afortunado al serle ofrecido por el presidente del estado Falcón un cornetín que, días después, fue entregado a una comisión integrada por Adolfo Otero Rivas y Rodolfo Piña en la ciudad de Coro.
Nació con el ocaso del siglo
El 31 de diciembre de 1897, los integrantes de la banda lucían radiantes y en su rostro se dibujaba la alegría de festejar su primera actuación pública precisamente con la entrada de Año Nuevo. La música inició cuando la tarde llegaba a su fin en aquel Barquisimeto señorial donde la electricidad aún era un rumor.
Amenizarían un baile en la casa de habitación del señor Aurelio Manzano, distinguido comerciante de Barquisimeto, la cual estaba apostada en la Calle del Marqués, haciendo esquina con la Calle Lara, (hoy carrera 21 con calle 24) conocida como la esquina de La Matutina.
La gala fue promovida por el reconocido médico barquisimetano Martín Alvizu Seeckatz, y el vicepresidente del estado, don Eliseo Soteldo. Aquel baile duró hasta altas horas de la madrugada gracias a la instalación de un generador eléctrico que funcionaba con querosén.
El debut de la banda, -aun sin nombre-, fue un éxito rotundo y el joven maestro Miguel Antonio Guerra Ravelo, que tenía tan solo 18 años, jamás se imaginó que pasaría a la inmortalidad con aquella iniciativa musical que se estrenaba ese año noventa y siete.
En la Enciclopedia Larense se lee que los miembros de la banda original fueron: director y primer clarinete, Miguel Antonio Guerra; flauta, Idelfonso Torres Heredia; violín, Pablo González; segundo violín, Antolín Gómez; barítono, Joaquín Gallardo; violoncello, Evaristo López; cuatros, Virgilio Heredia y Teodosio Adames.
Ocho meses después de aquella presentación inaugural, en agosto de 1898, el maestro Guerra decidió bautizar a su agrupación como Banda Mavare, en homenaje póstumo a su amigo Ramón Mavare, fallecido en días previos, tras una golpiza dada por la policía cuando fue apresado por faltarle los respetos, en estado de ebriedad, al secretario de Gobierno.
Mavare era natural del estado Falcón, nacido en Capatárida en 1860, y era un músico de un talento sinigual, un ejecutante formidable del cornetín y versátil compositor. No perteneció nunca a la banda de Guerra Ravelo.
Para los investigadores larenses, los datos del cronista Otero Duno, son de un valor incalculable, toda vez vienen a complementar la fascinante historia de la filarmónica más antigua de Venezuela, la orquesta de nuestra Virgen Divina Pastora del decir de la periodista Violeta Villar Liste.