Si nos alejamos de lo que nos preocupa, el daño termina. Cada dolor, cada cansancio y cada incomodidad van haciendo nido dentro de nosotros, dolores e incomodidades no necesariamente llegan de fuera, (más aunque lleguen de fuera) es a nosotros a quienes toca ponerle un hasta aquí.
¿Cómo se combate la tristeza? ¿Cómo se suprime el aburrimiento? A cada paso del camino por rudas que sean las circunstancias, siempre habrá un salvavidas esperándonos.
Escuchar música, bailar, cantar, viajar, leer o escribir son un himno a la vida. Maravillosos elementos que nos libran del estrés, cuyo sistema inmunitario mejora nuestra salud mental. En momentos turbulentos y de pruebas, a veces difíciles de soportar, si no les ponemos remedio lograrán hundirnos y acabar con nuestra salud.
Cuando los nervios están a punto de reventar, no hay nada mejor que ponerse a bailar, a escuchar música, a crear, a escribir, a leer o a cantar, es necesario desviar la mirada hacia eso que nos gusta y librarnos de la angustia, revistiéndonos de calma, de paciencia y resistencia, ante el embate de las tormentas y rutinas que tanto asfixian y acongojan.
Escuchar música, pintar etc., son en tiempos difíciles la mejor compañía, salvadores que nos alegran la vida y nos libran de graves enfermedades. Ante las tristezas y las preocupaciones son estos simples y grandes elementos a nuestro alcance los que nos levantan el ánimo, nos consuelan ante la pérdida de un ser querido o de un amigo, nos quitan las preocupaciones y alivian el estrés.
Permitirse el sufrimiento, la decepción, las frustraciones y desencantos es remar en contra del viento. Solo las cosas que nos encantan logran cambiar lo amargo por un momento de alegría. Cada cual de acuerdo a su vivencia conforma una experiencia espiritual. Los elementos de cantar, bailar, escuchar música, etc., tienen mucho de espiritual y de trascendente. Cada cual de acuerdo a su vivencia conforma su propia experiencia espiritual.
Los beneficios otorgados por estos elementos disminuyen cansancios, depresión, temores. Podemos llegar al límite de las fuerzas, con la seguridad de que acudiendo a algo que nos distraiga del momento difícil saldremos airosos de cualquier prueba. Las hormonas Dopaminas y endorfinas salen en nuestra defensa reduciendo la percepción del dolor, de la tristeza, de la pérdida, del aburrimiento y de la rutina. Acudiendo a cualquiera de estos elementos, estaremos protegiéndonos contra cualquier enfermedad producto de la soledad, de la ansiedad, de la depresión y de las dificultades que nunca faltan. Acudir a estos salvadores es lograr vigorizar el ánimo y mejorar la salud mental llevando una vida más calmada y más eufórica.
La vida es un regalo, disfrutemosla, combatamos todo aquello que daña y destruye nuestro organismo. Los sabios de Sivana creían firmemente en que un día sin risa era un día sin vida.
Desempolvemos los sueños, superemos los límites. No todo puede ser trabajo, tiranía, esclavitud, vivamos una vida más inspirada y plena, cambiemos el hábito de hacer siempre lo mismo. Pensar y hacer lo mismo todos los días cansa, agota, deprime. Hagamos algo más que existir ¡gocemos! Las preocupaciones privan la mente de su gran potencial, la música, una ilusión, el baile y el canto son nuestros grandes protectores.
No importa que tan graves sean nuestras dificultades,
“Todos nosotros tenemos reservas de vida en las que ni siquiera soñamos”
William James
Feliz navidad hijos míos. Feliz navidad mi gente de EL IMPULSO, de Venezuela, de Colombia, de Estados Unidos y de Holanda.
Amanda N. de Victoria