El gobierno colombiano y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional anunciaron el lunes que México será la nueva sede del segundo ciclo de negociación que iniciará en enero de 2023 luego de culminar en Caracas el primer ciclo.
Noruega, Venezuela, Cuba, México y Chile fueron ratificados como países garantes y la Iglesia católica y las Naciones Unidas como acompañantes permanentes de la mesa de negociación.
El ELN, considerada la última guerrilla activa de Colombia, retomó en noviembre las conversaciones de paz con el gobierno de Gustavo Petro -el primero de tendencia izquierdista en gobernar Colombia- que como muestra de voluntad política levantó las órdenes de captura contra los líderes insurgentes. Mientras, el ELN ha liberado 20 secuestrados, entre civiles y miembros de la fuerza pública.
La guerrilla y el gobierno colombiano reinstalaron la mesa de conversaciones con sus respectivas delegaciones partiendo desde lo avanzado en los diálogos que habían comenzado durante el gobierno del presidente colombiano Juan Manuel Santos (2010-2018) en Quito y que luego se trasladaron a Cuba.
En septiembre de 2018 el gobierno de Iván Duque (2018-2022) los suspendió y condicionó su reanudación a que el ELN liberara a los secuestrados que tenía en su poder y frenara los atentados. En enero de 2019 se cerró definitivamente la negociación cuando el ELN atacó una escuela de policía en Bogotá causando la muerte de 22 personas.
Raúl Vergara Meneses fue recientemente designado por el presidente chileno Gabriel Boric para asumir la representación en los diálogos con la guerrilla. Vergara formó parte de las negociaciones que se frustraron años atrás y considera que en esta ocasión hay una posibilidad “alta” de que el proceso sea exitoso dado el compromiso de las partes, dijo el fin de semana en un mensaje difundido por Colombia.
El ELN, fundado en 1964 e inspirado en la revolución cubana, opera actualmente en 212 municipios de toda Colombia, según la estatal Defensoría del Pueblo. Se focaliza especialmente en los departamentos de Arauca, Norte de Santander y Nariño, fronterizos con Venezuela y Ecuador, respectivamente, así como en Chocó y Valle del Cauca, al suroeste del país. En algunas zonas está en proceso de expansión o consolidación y en otras en disputa con otros grupos armados.