El próximo jueves 27 de este mes se cumplirá un siglo del nacimiento de Carlos Andrés Pérez, a quien se le ha rendido reconocimiento en el transcurso de este año, a través de la comisión del centenario que preside nacionalmente Héctor Alonso López y, en Lara, la profesora Yuyita de Chiossone, nuestra entrevistada en esta ocasión.
Hijo del comerciante y hacendado Antonio Pérez Lemus y de Julia Rodríguez de Pérez, fue Carlos Andrés el penúltimo de trece hermanos: Nicolasa, Ana Julia, Ángela, Antonio Rafael, German I, Germán II, Jorge Enrique, Hugo, Francisco, Luis Roberto, Miguel Ángel y Armando.
Nació en Rubio, municipio Junín, del estado Táchira, estudió la primaria y el primer año de bachillerato en el Colegio Maria Auxiliadora. “Se formó allá y fue compañero de estudios y vecino de los Chiossone, incluyendo el papá de Pablo, mi suegro”, subrayó. El doctor Pablo Chiossone, exjuez y docente universitario, fue el esposo de Yuyita.
Cuando comenzó la campaña contra Carlos Andrés Pérez, diciendo que éste era colombiano, los Chiossone salieron inmediatamente a contrarrestar esa conseja, diciendo: “nos consta que es de Rubio, porque somos paisanos.”
Terminó el bachillerato en el liceo Andrés Bello y comenzó a estudiar Derecho en la Universidad Central de Venezuela, pero interrumpió su carrera al incorporarse de lleno a la política. Posteriormente, haría un año más en la Universidad Libre de Bogotá y otro en la Universidad de Costa Rica.
Se sabe que en 1938 ingresó al Partido Democrático Nacional, de donde surgió en 1941 Acción Democrática y participó en su creación junto a Rómulo Betancourt, Rómulo Gallegos, Andrés Eloy Blanco, Raúl Leoni, Gonzalo Barrios y otros connotados dirigentes democráticos.
Cuando se constituyó la Junta Revolucionaria de Gobierno fue secretario privado de Betancourt y secretario del Consejo de Ministros. En 1946 es diputado a la Asamblea Legislativa del estado Táchira y al año siguiente, diputado al Congreso Nacional por esa entidad federal.
El 18 de octubre de 1948 cuando le dieron el golpe de Estado a Rómulo Gallegos, que fue el primer presidente de la República electo en un proceso electoral universal, directo y secreto, se fue a Maracay donde pretendió formar un gobierno de emergencia, pero cayó preso y llevado a Caracas, siendo expulsado al año del país.
Regresó clandestinamente y fue confinado en Puerto Ayacucho, luego de lo cual fue expulsado por segunda vez al exterior. En La Habana se unió a Betancourt. Y en 1952, con su familia porque estaba ya casado con Blanquita Rodríguez de Pérez desde 1948, se fue a Costa Rica, donde trabajó en un periódico de San José, del cual fue editor. Y regresó a Venezuela en 1958 tras la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
¿Cómo llega Carlos Andrés Pérez a ser secretario privado de Betancourt?
Betancourt aprecia que se trata de un joven muy inteligente, hacendoso y deseoso de aprender, porque le gustaba la política, y lo nombra su secretario privado. Y fue, indudablemente, Betancourt su mejor escuela política.
Aún más, Betancourt viendo las condiciones que tenía Carlos Andrés Pérez, lo nombra secretario del Consejo de Ministros y se convierte en la persona de mayor confianza, a tal punto que don Rómulo lo llamaba a cualquier hora, incluso a la media noche. Él estaba dispuesto a tomar notas y realizar los contactos que debía hacer. Estaba, como los scouts, siempre listo.
¿Qué nos puede decir del exilio?
Sólo que los dirigentes de Acción Democrática tuvieron que irse a Cuba, México, Estados Unidos e incluso a Chile, a donde fue a parar Valmore Rodríguez, uno de los más destacados líderes de aquella época.
¿Y del regreso a la democracia?
Carlos Andrés fue uno de los diputados más jóvenes electos y formaba parte de la dirección nacional de AD. Era un tiempo muy difícil, donde no sólo hubo intentonas de golpes sino un atentado contra Betancourt y se presentó la lucha contra la guerrilla del Frente de Liberación Nacional, alentada por Fidel Castro. Pérez fue llamado a desempeñar la dirección general del Ministerio de Relaciones Interiores. Y cuando Betancourt fue a los Estados Unidos, en 1963, fue presidente encargado de la República. Su experiencia le valió ser nombrado por Raúl Leoni titular de ese ministerio y fue considerado como hombre fuerte.
Pero, ¿también estuvo en el Congreso?
En el período de 1964-69 fue el jefe de la fracción de AD en el Congreso y en 1968 fue secretario general nacional del partido.
Luego candidato…
-El 19 de agosto de 1972 derrotó a Reinaldo Leandro Mora por 290 votos contra 111 para ser el abanderado del partido AD, en el teatro La California, constituyéndose así en “ese hombre si camina” con una canción del recordado compositor Chelique Sarabia.
Además, le cambiaron la imagen…
En efecto, ahí comenzó la época de las encuestas y de los asesores internacionales. Hubo un cambio en la política desde entonces. No sólo hubo el slogan de ese hombre si camina, sino también la frase contundente de Democracia con energía. Porque había logrado con Betancourt y Leoni enfrentar todos los actos terroristas y guerrilleros. No ha habido en Venezuela desde entonces ninguna campaña tan exitosa como esa y todavía se recuerda.
Carlos Andrés Pérez no sólo caminaba, sino que saltaba con gran agilidad los charcos.
Después hay muchos que lo han imitado en las campañas.
¿Qué recuerda del primer gobierno de Pérez, llamado el de Arabia Saudita?
El de está barato, dame dos. Pero, lo importante es que en ese gobierno implantó la política del pleno empleo, creó la Biblioteca Ayacucho y el plan de becas Gran Mariscal de Ayacucho, que permitió a los jóvenes de entonces formarse en las mejores universidades del mundo y muchos de ellos todavía están dando lo mejor de su capacidad en diversos países, ocupando cargos relevantes en universidades, en cargos de importancia. Creó nueve parques nacionales, acabó con los palafitos que había en Morrocoy y el primer Ministerio del Ambiente que hubo en el mundo, habiendo obtenido el reconocimiento universal como el mejor mandatario por ocuparse del medio ambiente. Y, por supuesto, nacionalizó la industria del hierro y la del petróleo, creando PDVSA que llegó a ser una de las primeras del universo petrolero con el mayor prestigio por el talento de su personal. Lamentablemente, este régimen la ha destruido como ha pasado con todo.
Pero, no quiero dejar pasar esta oportunidad del centenario del nacimiento de Carlos Andrés Pérez sin referirme a su esposa, Blaquita de Pérez, cuya gestión es imborrable con los Hogares de Cuidado Diario. Esa fue una labor extraordinaria. Y la iniciativa surgió cuando ella andaba recorriendo el barrio La Silsa, en Caracas, donde vió a una señora que en su casa tenía muchos niños y le preguntó si éstos eran hijos de ella, a lo que la interpelada respondió: No, son de mis vecinas, que me los dejan para que los cuide mientras ellas trabajan y cuando terminan los vienen a buscar. Entonces, doña Blanquita, al llegar a la Fundación del Niño que había fundado doña Menca de Leoni, propuso la idea de ayudar a las madres cuidadoras, no sólo con alimentos, sino con cocinas, sillitas y pañales, un subsidio para que tuvieran un medio de vida, dándole además talleres de aprendizaje y protección de salud mediante puericultores, incluyendo igualmente comunicación con un centro de emergencia en caso de que se presentara la necesidad. Cuando Carlos Andrés Pérez dejó la presidencia, doña Blanquita de Pérez había creado 142 mil hogares de Cuidado Diario. Ese plan fue tan importante e impresionante que el presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter y su esposa Rosalynn, así como los reyes de España, Juan Carlos y doña Sofía, visitaron algunos de esos Hogares de Cuidado Diario cuando estuvieron en Venezuela.
A doña Blanca también se le debe el programa de máquinas de coser, no sólo porque las beneficiarias obtenían ese instrumento de trabajo sino que les conseguían contratos en las empresas para que pudieran trabajar.
Y Bendecir fue doña Blanca de Pérez su presidenta hasta el año pasado, cuando murió, y ahora es su hija Carolina quien continúa esa labor de beneficio a innumerables personas en el país.
¿Qué nos dice del segundo gobierno de Pérez?
Está más que comprobado que hubo una confabulación contra Carlos Andrés Pérez por parte de lo que se llamó Los notables, por una parte, y la de los golpistas Hugo Chávez, el 4 de febrero del 92; Hernán Grúber Odreman, Francisco Visconti, Luis Enrique Cabrera y Luis Reyes Reyes, el 27 de noviembre de ese año. Además, de El Caracazo, como se vio en ese entonces en televisión, se vio que hubo un saqueo inmenso de todo tipo de mercancías y hasta de individuos que se podían llevar en la espalda media res de las carnicerías. No era hambre, sino una acción planificada como fue confesada públicamente por sus protagonistas que luego llegaron al poder. El plan de Carlos Andrés Pérez era lograr un crecimiento económico a través de la producción de 8 millones de barriles de petróleo diario y otra serie de medidas. Todo eso fue truncado por quienes alimentaron la intención del chavismo, porque pensaban que iban a manejar a los golpistas. Y se ha comprobado que el movimiento que estaba contra la democracia había partido desde Cuba, que logró penetrar los cuarteles venezolanos. La realidad que vivimos nos indica que hemos tenido un retroceso del país a los años veinte del siglo pasado. Y Dios cuide a los millones que han dejado nuestro territorio en busca de condición de vivir.
¿Cuál es su apreciación del juicio a Carlos Andrés Pérez?
Es lamentable que un larense de gran prestigio como el doctor Ramón Escovar Salom, quien hizo la acusación y al mismo tiempo era fiscal general de la República, se prestara para un hecho político. Fue un juicio amañado porque no tuvo defensa el presidente de la República. Carlos Andrés Pérez dijo una frase que quedó grabada en la historia: No me defenderé porque no tengo de qué defenderse.
¿Cuáles son las cualidades que usted considera como las más sobresalientes de Carlos Andrés Pérez?
Yo lo fui a visitar a la cárcel, acompañada de Alejandro Izaguirre, quien fuera ministro de Relaciones interiores. Lucía impecablemente vestido de traje y corbata, porque no se sentía anonadado. Y hablaba con toda tranquilidad, por cuanto nunca sintió odio ni menos deseos de venganza, ya que era una persona de principios y valores profundos. Sus rasgos que perdurarán fueron su carisma como ningún otro mandatario ha tenido en Venezuela, su cordialidad con todas las personas incluyendo a quienes le adversaron, su coraje frente a las adversidades, su firmeza en las decisiones y su visión política. El advirtió lo que vendría con el nuevo régimen, y no se equivocó. Por eso, ahora que se está celebrando el centenario de su nacimiento están con nosotros personas de diversos partidos y de todos los sectores de la vida nacional. Porque se está reconociendo que Carlos Andrés Pérez es un personaje histórico, cuyo pensamiento político es imperecedero.