La reunión con Carlos Fernández Gallado estaba en agenda para las seis de la tarde y teníamos una hora para conversar sobre el documento presentado por Fedecámaras en Mérida denominado Camino Al Futuro, sobre el cual nuestro Movimiento DECODE tiene alta valoración y considera que allí están plasmadas las líneas gruesas de la recuperación de Venezuela como país productivo.
Antes de la reunión la doctora Lismery Díaz Rangel estuvo atenta para que el encuentro se produjera según lo convenido. Giorgio Reni Casas nos informó previo a la reunión que probablemente no dispondríamos de una hora ya que Carlos Fernández llegó a Barquisimeto luego de un periplo aéreo Bogotá, Panamá, Caracas de muchas horas de vuelo y aeropuertos. Además que desde su llegada cumplió una agenda de conferencias, reuniones y encuentros con la prensa, por lo cual debíamos entender que su tiempo con nosotros podía ser muy reducido.
Se presentó al salón Cardenal de Trinitarias Suite a las 6 y 18 minutos de la tarde y terminamos la reunión a las nueve y veinte minutos de la noche, en una jornada de análisis donde los asistentes pudimos calibrar el conocimiento profundo que tiene el presidente de Fedecámaras sobre el proceso económico de Venezuela durante el siglo 20 y lo que va del 21 y como ha influido sobre su desarrollo los paradigmas culturales con base a los cuales asumimos la política y la economía, claves sociológicas que Fernández Gallardo aborda con una visión humanista que pretende ocultar en el pragmatismo de los sintagmas cartesianos que construye, terminando siempre al descubierta su afición por la literatura por las metáforas que pone como ejemplo.
Allí estábamos Giorgio Reni, Jorge Euclides, Francisco Blavia. Milagro Gómez de Blavia, Raúl Azparren, Eddy Luz de Azparren, Leyda de Anzola, Julio Anzola, José Ricardo Álvarez, Lino Palencia, Daniel Asuaje y Luis Gerardo Oropeza, la charla comenzó con poesía al saludar la presencia del invitado recordando que el camino para la recuperación de Venezuela debe ser largo como el retorno de Odiseo a Ítaca, para celebrar en la ruta del rescate patrio el paso a paso de los triunfos que nos harán épicos ante la Historia.
Giorgio Reni como anfitrión principal estuvo solemne y preciso para recordar que el tema era económico y no humanista con todo y que Kavafis quedó haciendo guardia para auxiliar a Carlos Fernández y Daniel Asuaje cuando ambos dibujaron la idiosincrasia del venezolano y la manera particular que este tiene para lidiar con el Minotauro de Cortázar, esa crisis integral que nos domina como si fuese la derrota existencial de nuestro ego colectivo.
Tres horas de disertación profunda sobre el país. Recuento enjundioso de la evolución económica del siglo 20 venezolano y su impacto en lo que llevamos andado del 21. Sobre este marco de grandes referencias se elaboró el proyecto Camino Al Futuro, el cual tiene como punto de partida el país del abismo que habitamos y como punto de llegada el país posible que soñamos. El barco que debe transportarnos es el conocimiento y las velas y remos las tecnologías emergentes que están cambiando la vida en el planeta. Venezuela no tiene dinero, la Tesorería Nacional esta vacía y el financiamiento externo no vendrá hasta tanto no vean una ruta económica y política sustentable que permita ver florecer el trigo.
Los obstáculos mayores son los paradigmas que han condicionado el lenguaje político. Así vemos que lo estratégico no es tener agua, electricidad, gas domestico, salud, educación, lo estratégico es que estos servicios estén en manos oficiales aunque no funcionen. Igual pasa con la soberanía, la cual se cumple por el control sobre todas las actividades productivas para evitar que algunos se pongan ricos y así la igualdad en la pobreza sea la bandera de la dignidad nacional. Atravesar con éxito este Darién de los prejuicios es una aventura de mucho recorrido donde cada victoria sobre ellas será un paso más para la muerte de ese Minotauro triste y cabizbajo inventado por nuestro delirio de grandeza.
Para cuando seamos fuertes como lo seremos, cuando el conocimiento y la inteligencia dominen a los lestrigones y los cíclopes que nacieron de la batalla por vivir del rentismo, entonces cuando ya no estemos y sobre las bases de las verdades que revelemos y organicemos, las generaciones que vendrán gozarán de un futuro alucinante de progreso.
El Camino al Futuro comenzará con nosotros y que termine en triunfo depende de la grandeza y unidad de propósitos que logremos convertir en viento de esperanza para soplar las velas de este barco amado y maltrecho que es Venezuela.
Jorge Rosell y Jorge Euclides Ramírez
