Rusia ha ideado otra forma de diseminar desinformación sobre su invasión a Ucrania, usando trucos digitales que permiten que sus videos de propaganda de guerra evadan las restricciones impuestas por gobiernos y compañías tecnológicas.
Cuentas vinculadas con la prensa estatal rusa han empleado el nuevo método para promover decenas de videos en 18 idiomas, todos ellos sin dejar señales claras que revelen su fuente, dijeron expertos en Nisos, una firma de inteligencia con sede en Estados Unidos que monitorea la desinformación y otras amenazas digitales, según un reporte dado a conocer el miércoles.
Los videos promueven teorías de conspiración rusas que culpan a Ucrania por bajas civiles, además de afirmaciones de que los residentes de las zonas anexionadas por Rusia a la fuerza han dado la bienvenida a las tropas de ocupación.
Versiones en inglés de los videos rusos están circulando ahora por Twitter y plataformas menos conocidas que son populares entre los conservadores estadounidenses, incluso Gab y Truth Social, creada por el expresidente Donald Trump, lo que le da a Rusia una vía directa de acceso a millones de personas.
En un indicio de las ambiciones del Kremlin y el alcance de sus operaciones de desinformación, también fueron creadas versiones de los mismos videos en español, italiano, alemán y más de una decena de otros idiomas.
“El genio de ese enfoque es que los videos pueden ser descargados directamente de Telegram y eso borra el rastro que los expertos tratan de seguir”, advirtió Patricia Bailey, analista sénior de inteligencia en Nisos, en declaraciones a The Associated Press. “Son creativos y se adaptan. Y están analizando a su público”.
La Unión Europea prohibió RT y Sputnik, dos de los principales medios noticiosos estatales en Rusia, luego de la invasión a Ucrania el 24 de febrero. Compañías como YouTube, de Google, y Facebook e Instagram, de Meta, también anunciaron que prohibirían contenido de esos medios dentro de la Unión Europea, socavando la capacidad de Rusia de diseminar su propaganda.
Los esfuerzos rusos de evadir esas nuevas reglas comenzaron casi inmediatamente. Crearon nuevos sitios web para publicar videos que desvirtuaban la información sobre la guerra. Los diplomáticos rusos asumieron parte del trabajo.
La nueva campaña revelada por Nisos involucró subir videos de propaganda a Telegram, una plataforma apenas moderada que es sumamente popular en Europa oriental y que es usada por muchos conservadores en Estados Unidos. En algunos casos, las marcas de agua digitales que identificaban el video como procedente de RT fueron retiradas para ocultar su origen.
Una vez en Telegram, los videos fueron descargados y publicados en plataformas como Twitter, sin ofrecer indicios de que el video fue producido por la prensa estatal rusa. Centenares de cuentas que colocaron o repitieron los videos fueron vinculadas por investigadores de Nisos a las fuerzas armadas, las embajadas o la prensa estatal de Rusia. Algunas de las cuentas parecen estar usando fotos de perfil falsas o colocaron contenido de una manera extraña, indicando que no eran auténticas.