Unión, paz y trabajo eso suena muy bien y es lo que nuestra nación necesita para el progreso, trabajo como beneficio para la salud y ayudar a desarrollar el país de una forma honesta con voluntad e inteligencia, mantenerse ocupado, pensar en el bien de todos y en un país solvente, moral y económico que sea de lujo y se pueda con orgullo mostrarle al mundo lo que es la gran ventana de la prosperidad por medio de tan anhelada y deseada unión lograr que todos nos ocupemos de trabajar, aportar de forma generosa con mayor voluntad pensando como tarea en un país desarrollado y de primer mundo y dejar de ser el patio trasero o el hazme reír de otros países que no tienen recursos y justamente es lo que aquí sobra recursos en abundancia que deben ser bien administrados.
La tan deseada paz es lo que todos debemos tener por espontánea voluntad, convencidos que la diatriba y las confrontaciones solo sirven para extinguir el amor y separar voluntades y por tal, se convierte en desamor; una unión de forma monolítica no de forma sumisa sino de forma agresiva que se sienta la fuerza y el poder de la voluntad en beneficio y a favor de nuestro golpeado país que decidió en creer en su pronto arreglo y recuperación en forma creativa, pacífica con talento de hermandad, conciencia de que la nación es de todos y convencernos que también es responsabilidad de todos la vigilia y bienestar general sin olvidarse de que este país es el más lindo y rico del planeta y todos gente buena, aunque existe un pequeño grupo mal aconsejado pero tenemos fe de que ya se dieron cuenta de que ese no es el camino .
Claro que sí se dieron cuenta que ese es el camino equivocado y están dispuestos a corregir y mantener una buena alianza con el mundo productivo que produce y no destruye; entonces en nombre de Dios comencemos por la frontera del país hermano y vecino Colombia por aquello que reza “que la mejor familia es el vecino más cercano” que los santos digan amen a estos deseos y roguemos al Espíritu Santo por una reconciliación con los más de sesenta países que están molestos con nosotros; sería como un premio a la ciudadanía por los sacrificios y sinsabores que le la ha tocado vivir; estos es ilógico.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Durán