Una estadounidense compareció este miércoles ante un tribunal de Newark, cerca de Nueva York, es acusada de haber hecho peligrar la salud de su hija de seis años, que supuestamente resultó quemada en un centro de bronceado
Patricia Krentcil, de 44 años, rubia y con la piel prácticamente negra de tanto broncearse, se declaró no culpable, precisó a la agencia AFP.
La escuela a la que asiste la niña alertó a las autoridades la semana pasada, cuando ésta se quejó de quemaduras. Krentcil fue detenida y luego liberada bajo fianza.
En una entrevista televisiva, esta madre de cinco hijos reconoció que le encanta broncearse y que es clienta asidua de salones de belleza que ofrecen este servicio.
Sin embargo afirmó que su hija, de tez blanca, se quemó jugando afuera un día soleado, y que nunca entró a las cabinas de bronceado con ella.
«No se lo permitiría. Esto no ocurrió. Tiene seis años, sí, y viene a broncearse con su mamá, pero no en la cabina», insistió.
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