Comparto este trabajo sin saber quién es su autor, me gusta mucho y creo que nos enseña la importancia del trabajador del campo, a veces, llamado campesino en forma despectiva, sin que se den cuenta de la real importancia que tienen quienes realizan la esencialísima labor de producir los alimentos necesarios e imprescindibles para nuestra existencia…
¿Será por su importancia que a la producción agropecuaria se le reconoce como producción primaria o por ser la primaria en la cadena de producción, o por ambas?
(Cito) El campesino fuma, bebe, cuenta cuentos, apuesta, pelea, sostiene 7 hijos o más, siembra café, frijol, papa, yuca, maíz, plátano, cacao, caña, etc., recoge, ordeña 50 vacas desde las 4 de la mañana, sabe silbar, les habla a los animales y ellos le responden a él, tiene un perro que lo sigue a todas partes.
El campesino nunca se jubila, no tiene seguro social y no le ha hecho falta, no le afecta la altura, va sin protector solar, reconoce un aguacate maduro sin apretarlo, tiene una uña larga para pelar mandarinas, a ojo sabe cuánto pesa un bulto, y con mirar y darle una vuelta sabe cuánto pesa el cochino y la vaca, puede amansar hasta ocho caballos o mulas al mismo tiempo y se sabe el nombre de más de 50 animales, porta un machete listo para defenderse, pero nunca lo ha usado…
Hace realidad el dicho que expresa:
“El pica ‘o e’ culebra cuando ve bejuco se aparta”.
El campesino no necesita los dientes de adelante ni para reírse, tiene la receta de leche de tigre, nunca ha recibido clases de baile pero si baila, no le da depresión ni estrés y se sabe 142 (¿Mil?) groserías, ha visto al diablo en el campo, sabe quién es la bruja del pueblo, tiene un poco de brujo, respeta a la llorona y al silbón, y no se quema con el café hirviendo, se despierta antes de que el despertador suene, y antes que el gallo cante, cambia la pila y arregla relojes, no para la lluvia ni lo tumba una gripe, camina desajustado, su teléfono celular raspa hielo casi nunca tiene señal y cuando la tiene nunca suena, algunos se ríen por todo, aún antes de saludar; saluda unas 150 veces al día, repite los saludos y se despide más que un enamora ‘o, sus pantalones son 2 tallas más grandes pero nunca se le caen, habla duro hasta para contar un secreto, se sabe atajos para llegar más rápido, sabe cuándo va a llover y falla muchos menos que los meteorólogos, sabe espantar la lluvia y para los truenos, no le afecta el gluten ni la lactosa.
La cafeína no lo desvela, reconoce a los muchachos malos y a las malas mujeres, sabe llamar gallinas, baja naranjas sacudiendo las ramas, disfruta de un jugo de guanábana, o de limón, espanta males con un escapulario, escucha radio a.m., no sale bonito en las fotos, pero tiene una pintura donde sale increíble con su esposa, se sabe 2 chistes y los repite constantemente, sabe que existe el crédito en su pulpería.
Escucha noticias en radio y lo cree todo, sabe lo bueno que es purgar a sus hijos y nietos, el Ángel de la Guarda nunca lo ha desamparado, le dice Ingeniero a cualquiera, y todos le dicen Don, no sabe cambiar el caucho de un carro pero no se niega a hacerlo, sabe pescar, no le gustan las camas blanditas, Coca Cola solo en ocasiones muy especiales, cerveza siempre y si está caliente no importa, le encanta el Cocuy y no sabe lo que es la resaca, ve de noche sin lamparita, no lo pican los zancudos, ha comido tortuga, iguana, báquiro, res, gallina, huevo criollo, zorro, culebra, babo, chiguires y todo eso le sabe a gallina, no sabe cuándo es festivo y tampoco por quién votar, porque todos le han ofrecido y todos le han quedado mal.
No existe nadie más hermoso que un campesino de mi tierra como lo fueron mis abuelos y mis padres.
Vivan los campesinos, que en esta cuarentena nos demuestran realmente lo que valen… hemos sentido la inmensa importancia que significa recuperar la producción agropecuaria y apoyar al campesino o estaríamos en las ciudades muriendo de hambre.
De qué sirve la plata y el oro si no saben a nada y no quitan el hambre, mejor la yuca, el plátano frito, etc. y cuando pone la gallina un par de huevos, hacerlos fritos, y no se diga un pedazo de queso rallado con frijoles y tortilla recién salida del fogón acompañado con un humeante café negro…
Si te das cuenta del trabajo de un campesino, por favor, ¡APOYALE!
Fin de la Cita.
Todo parece indicar que la memoria del venezolano se ha hecho corta o que, los intereses políticos y los personales hacen olvidar a la llamada Venezuela rural, modernizada en gran parte por el denominado periodo democrático y devastada después del año 1999, cuando comenzó a quererse implementar un sistema político económico devastado y fracasado en todas las regiones del mundo, haciendo que muchos productores agropecuarios hayan tenido que enfrentar las fragrantes violaciones al “Estamento Legal venezolano vigente”.
Confiscaciones, conculcaciones, expropiaciones, invasiones e intervenciones han campeado por los campos venezolanos, sin olvidar los secuestros, robos, hurtos, intentos de homicidios, saqueos, abigeato, precios viles impuestos, falta o ausencia de combustibles necesarios e imprescindibles para poner a funcionar maquinarias y equipos; y hasta las matracas en las alcabalas, han exterminando a este sistema altamente necesario y productivo…
De ser ciertos los rumores, antes de ceder millones de hectáreas venezolanas a otros Estados, en presunta violación a la Constitución Nacional, a leyes y reglamentos vigentes, que tipifican graves delitos contra la Patria, se debe reconocer la titánica labor efectuada por generaciones de familias que, con demostrado trabajo digno y honesto, han logrado el éxito en sus unidades de producción agropecuaria y castigar a los delincuentes que justifican sus acciones con colores políticos….
“Es un llamado angustioso a reflexión…
es imperioso rescatar la producción agropecuaria”
Maximiliano Pérez Apóstol