Gaudí introdujo nuevas modas constructivas alejándose de los modelos gótico y árabe que había utilizado en sus primeras obras, imponiéndose de esta manera los arcos catenarios que habrían de dominar en sus trabajos posteriores, constituyéndose así un elemento de soporte fundamental y la posibilidad de construir nuevas obras. Desechó soportes y alturas, elementos a los que consideraba como el gran defecto del estilo gótico.
Gaudí siempre consideró el techo como un elemento primordial, este era el espacio en el que desplegaba toda su fantasía sin ningún tipo de traba. Las cúpulas de varias de sus obras desembocan en una extravagante torre apuntada, dando a la obra un inoportuno carácter sacral.
Sin darse cuenta, ajeno a normas y críticas, con su estilo personal abrió nuevos caminos a la arquitectura. Según las tendencias de aquella época, era este hombre un personaje anticlerical. Se puede entender que realizar el encargo de la Sagrada Familia le atrajo desde el principio solo por motivos arquitectónicos. Un artista de su talla no podía rechazar un proyecto de semejante magnitud.
Gracias a lo suntuoso de sus creaciones lo conoció y admiró el mundo. Hizo casas, parques, colegios, fábricas, casas de campo, conventos, etc. A pesar de las críticas por el alto costo de las obras, intransigencias y quejas, contra viento y marea logró imponer su voluntad.
En sus obras se encuentran indicios de su total inclinación catalanista. Su origen catalán es visible, aflora en muchas de sus construcciones. No en vano fue llamado “el más catalán de los catalanes”
Gaudí fue un ferviente defensor del trabajo en grupo. Su frase al respecto: “El trabajo es producto de la cooperación y esta solo es posible si se basa en el amor”.
Sus creaciones fueron inspiradas en la naturaleza. Con la creación del parque Güell (un lugar de recreo) tuvo en cuenta la protección del paisaje, lo que debía ser un ejemplo para nuestro tiempo.
La Sagrada Familia aun sin terminar parece como si fuera una gran catedral sacada del fondo del mar.
Sus obras le llevaron la vida entera, a su catedral de la Sagrada Familia el destino no le dio oportunidad ni vida para concluirla. La muerte trunca hasta los más nobles sueños.
Tantísimos años han pasado desde la muerte del Genio de la Arquitectura, aún falta mucho por hacer y dinero para concluir su obra magna, así como lo expresa Rainer Zerbst en su libro “Obra arquitectónica completa de Gaudí” Si alguna vez llega a ser concluida del todo, debería sobrepasar todas las dimensiones conocidas y la primera Misa que en ella se oficie resonará como el eco de las huestes celestiales: 1500 cantores tienen sitio en el coro, 700 niños y 5 órganos”
Amen y que la privilegiada generación que le toque ver la obra concluida, levante al cielo sus ojos y de gracias a Dios y a Gaudí por el milagro de la conclusión de la Sagrada Familia de Barcelona.
Amanda N. de Victoria
