Se ha dicho siempre que Carora es la tierra de los Juanes y con esta expresión se evoca a sus fundadores Juan del Thejo y Juan De Salamanca, al igual que otros Juanes de profunda huella entre nosotros como Juan Martínez Herrera, Juan Pérez Altuna, y otros caroreños del mismo nombre que forman parte del más preciado acervo local. Pero dentro de su prolijidad en grandes hombres existe un nombre que merece una consideración especial, el de Ambrosio, porque dos Ambrosios caroreños merecen ser recordados con memoria activa en estos tiempos de lapidación histórica. Ambrosio Perera y Ambrosio Oropeza, caroreños de insigne participación en los primeros años de la pasada etapa democrática hoy llamada cuarta república.
Ambrosio Perera se graduó de médico pero por esfuerzo personal y vocación intensa se convirtió en uno de los grandes historiadores venezolanos llegando a ser miembro de número de la Academia Nacional de la Historia, gracias fundamentalmente por su libro sobre La Historia Orgánica de Venezuela país, aunque los caroreños lo recuerden básicamente por su libro titulado Árbol Genealógico de las Familias Caroreñas, una obra muy personal que con el tiempo se ha convertido en algo así como el texto probatorio de la realeza local ,cuando en verdad allí lo que está contenido es una historia divertida de grupos familiares campesinos, provenientes en su mayoría de humildes agricultores de las islas canarias, que con gran esfuerzo, sacrificio, tesón y mucha fe construyeron un nicho productivo en mitad de unas tierras hostiles.
Pero no fue por este libro sobre genealogía que el doctor Ambrosio Perera se distinguió como intelectual venezolano, investigó y escribió sobre varios temas históricos que en Carora prácticamente no se conocen. Es por ello tarea actual rescatar el nombre de este gran historiador caroreño del territorio donde mentalmente ahora se encuentra y ponerlo a caminar entre los estudiantes de primaria y secundaria, en donde puede ser de mucha utilidad como ejemplo de vida.
Otro Ambrosio, Ambrosio Oropeza fue también un intelectual con brillo de luz propia. Su nombre aparece como uno de los constituyentes que redactaron la Constitución de 1961, la cual para muchos se derogó sin haberse cumplido en sus partes más nobles. También es de anotar que esencialmente la Constitución Bolivariana contiene mucho de lo aportado por el doctor Ambrosio Oropeza para la Constitución de 1961. Y es que en verdad quien vertebró de forma académica la anterior Carta Magna fue el doctor Ambrosio Oropeza, de quien se dice rechazó múltiples cargos y distinciones para dedicarse a la docencia y sus tareas de investigador y también para reflexionar sobre aquellos temas que debía presentar ante el Congreso Nacional en su carácter de Senador. Prefería la soledad de Carora, sus libros, las charlas con su hermano Rafael, sus tertulias vespertinas con grupos de viejos amigos, que el fragor de las contiendas políticas,
Por muchos años sus obras sobre Derecho Constitucional fueron libros de consulta obligada para los estudiantes universitarios. Fue el doctor Ambrosio Oropeza un hombre afable de pensamiento social avanzado. Dentro de estas perspectivas fue también gran defensor de la ganadería en el Municipio Torres y en su beneficio trajo ideas tomadas de sus viajes por varios países de Sudamérica.
Estos dos grandes Ambrosios algunas veces se nos confunden y nombramos uno cuando citamos al otro. En algunas partes existen escuelas y lugares públicos con sus nombres. Pero sobre sus vidas los jóvenes conocen poco y si en verdad la nueva educación quiere poner énfasis en los valores locales, en Carora se debía sacar estos nombres a pasear por las calles, los centros educativos.
Jorge Euclides Ramírez