En los salones de la histórica Hacienda Santa Bárbara de Cabudare, durante dos días, se realizó el Segundo Curso Teórico Práctico de Incontinencia Urinaria y Disfunción del Piso Pélvico Femenino, organizado por Hospital Internacional.
En ese sentido, el doctor Alexis Lamus, especialista en Urología y coordinador general del encuentro, refirió que en el marco del Día Internacional de la Mujer, el curso estuvo dirigido a médicos de las áreas de urología y ginecología.
El mismo busca evaluar la compleja patología, como lo es la incontinencia urinaria, que afecta a un número importante de mujeres y por ende su calidad de vida.
Destacó que el universo de mujeres con estas quejas deben ser evaluadas de manera integral por estas especialidades para entender la sintomatología, las patologías asociadas, utilizando los métodos diagnósticos definidos y bien específicos, para ofertar un tratamiento efectivo y mejore su afectación.
Patología habitual
El doctor Lamus afirmó que esta patología se observa con frecuencia en mujeres mayores de 40 años.
-Las mujeres mayores de 40 y 50 años, son pasibles de sufrir este tipo de sintomatología, y a medida que aumenta la edad de las pacientes, se visualiza con mayor frecuencia.
Hay factores que predisponen la presencia de la patología como lo son los embarazos, la obesidad y todo lo que lleve a la presión intraabdominal: pacientes asmáticas, tocedoras, fumadoras y/o con cirugías pélvicas.
Apuntó que a raíz de esta enfermedad, se comienza a crear en Venezuela, unidades de uroginecología y Piso Pélvico, que permiten de una manera integrada, la evaluación de diversos especialistas “porque esta patología no competen a un solo órgano”.
-Tenemos órganos que competen al área urológica, como la vejiga y la uretra; y a la parte coloproctológica, el recto y el ano y todas estas estructuras, describió Lamus.
Como se puede observar, dijo, es un área anatómica compleja que involucra conductas de estas tres especialidades, por ello, los mejores tratamientos se perciben al atender integralmente a las pacientes.
Texto y fotos:
Luis Alberto Perozo Padua