La construcción silente y a todas luces amurallada entre fachadas de vieja data que caracterizan el casco histórico de Barquisimeto, de una edificación aparentemente privada, representa para la concejal Marbella Uranga una irregularidad.
El hecho de que entre viviendas desoladas durante décadas esté en proceso de construcción una estructura que sobrepasa los dos niveles de altura, crea en la edil iribarrense suspicacia y decidió alertar a través de los medios de comunicación.
«Fueron concedidos permisos por parte de la Dirección de Planificación y Control Urbano de Iribarren para la construcción de esa edificación, la cual me parece supera la altura permitida por tratarse del casco histórico de la ciudad», comentó la concejal Uranga.
Vale hacer referencia a lo que dice el Plan de Desarrollo Urbano Local de Barquisimeto, en su capítulo cuarto relativo a las áreas de regulación especial (ARE): Los límites de la zona reglamentada con los usos cívico – administrativos, dentro de los cuales se inserta el área de edificaciones de valoración patrimonial, definida en el plano de zonificación como Áreas de Reguación Especial son las siguientes: acera sur carrera 18, desde la calle 27 hasta lacalle 21; acera norte de la carrera 14, desde la calle 27 hasta la calle 21; acera oeste de la calle 21, desde la carrera 18 hasta la carrera 14; y acera este de la calle 27, desde la carrera 18 hasta la carrera 14.
El literal B del artículo 50 de la Ordenanza del PDUL, establece que las parcelas vacías de gran extensión ubicadas dentro de la ARE, propensas a proyectos con altos potenciales de desarrollo edificatorio, o de carácter comunal, deben ser previamente evaluados por la autoridad urbanística local.
La edificación objeto de denuncia por parte de la concejal Marbella Uranga está ubicada en la carrera 17 entre calles 22 y 23, justo frente a la plaza Lara.
Comentó también sobre presuntas irregularidades cometidas con otorgamiento de permisos de una construcción en la calle 26 con carrera 18, y también el Triángulo del Este.
Exhortó al arquitecto Carlos Cárdenas, director de Planificación y Control Urbano para que considere a la Cámara Municipal como órgano legislativo para autorizar dichas construcciones.
También extendió un llamado a la alcaldesa Amalia Sáez para que se mantenga atenta a los permisos que desde la DPCU se otorgan.
No estaría mal que tales decisiones fueran tomadas considerando al órgano legislativo municipal, no sólo por la norma legal vigente sino por las implicaciones económicas que revisten para el municipio.
Fotos: Simón Alberto Orellana