#OPINIÓN Los coludidos Dunning Krugers del coronel psicópata #17Ago

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«La gente inteligente aprende de todo y de todos, la gente promedio aprende de sus experiencias y la gente estúpida ya tiene todas las respuestas».
Sócrates

¿Tienes Dunning Krugers en tu entorno? ¿El coronel psicópata manipula tu mente con sesgos cognitivos?

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Uno de los problemas que afectan a algunos entornos laborales es encontrarse con aquellos que opinan sobre todo, de áreas y campos científicos y profesionales de los que no tienen ni idea, pero pensando que saben mucho más que los demás. A priori no pasa nada.

Lo peor viene cuando intentan imponer sus opiniones que no son sino arquetípicas, desconfiadas, oscuras y turbias percepciones (en su cabeza no existen criterios), como si fueran verdades absolutas.

Niegan posibilidad de réplica, respaldados por sus superiores (en este caso por el coronel psicópata otro Dunning Krugers) y suelen buscar apoyo en grupo para imponer sus creencias a modo de eco.

A los que no opinan de la misma manera porque intelectual o laboralmente despuntan, terminan acusándolos sutíl o directamente de inadaptados laboralmente, flojos o incompetentes ya que estos últimos no se alínean a sus absurdas y ridículas imposiciones que atentan a veces contra los derechos fundamentales de todo trabajador.

La siguiente fase pasa a las difamaciones sobre quienes no se suman a sus opiniones (no tienen criterios ya que no pueden razonar) consiguiendo tarde o temprano expulsar a sus víctimas. Logrando que el coronel psicópata los deje sin trabajo. Puede darse el caso en el que encima acaben disfrazándose de víctimas, tachando al resto de ignorantes.

Y en verdad es que como no saben salir del lío anquilosado que aparentemente ellos han creado, son los demás y no ellos, claro, los demás son los incompetentes.

Así, el coronel psicópata coludido con sus émulos Dunning Krugers – los burros del mismo pelo cuando se ven se saludan – , los que le sirven para ejecutar su corrupción, porque nada bueno, ni puro, ni limpio ni decente se puede esperar de este militar nunca más ascendido, piensa mal de él y acertarás. Coludido con sus monos voladores, complota para establecer diálogos, situaciones y dictámenes donde los criterios que gravitan en torno a cualquier disciplina científica a la que debe ceñirse la actividad de la institución resulten contaminados por pareceres fuera de los principios, axiomas, fines, objetivos, leyes y parámetros rigurosos; todo con el objeto de dañar intencionalmente a quienes no se sumen a las componendas para mantener la delincuencia interna, por la que cualquier decisión debe favorecer las estrategias criminales en las que las ganancias ilegales en dólares no pueden sucumbir a la ética , a la moral y al respeto a las leyes.

Para lograr dictámenes, pareceres o decisiones que favorezcan la extorsión y la criminalidad que ha arropado la institución, para echarles mentol en los ojos a los observadores, este delincuente coronel se aprovecha de personas que no saben de su profesión por lo que hacen adefesios, o que son fácilmente impresionables por la figura del jefe corrupto y quieren a su vez impresionarlo haciendo lo que él quiere así sea impropio y censurable solo para inmoralmente complacerlo y darle gusto, o que nada les importa patear la ética porque tienen intereses inconfesables o negociados. Mejor para el coronel corrupto si se rodea de gente fanfarrona, porque se aprovecha de los ignaros profesionales que lo mantienen atornillado en la silla presidiendo la mesa oval.

En realidad los Dunning Krugers del coronel psicópata son sus autómatas monos voladores, que como focas aplauden las decisiones injustas , ilegales , antiéticas y fuera de todo juicio razonable , que adoptan sesgos cognitivos para rendirle pleitesía a este militar nunca más ascendido , así pierdan sus almas inmortales y sean ascos profesionales. Los sesgos cognitivos son un efecto psicológico que distorsiona la percepción de la realidad; se produce cuando el cerebro trastorna su percepción de evaluaciones, percepciones distorsionadas, procesos de toma de decisiones y de la propia memoria. Los sesgos cognitivos son un ejemplo de hasta qué punto los pensamientos adoptan rutas insospechadas, muchas de las cuales desafían la racionalidad y nos llevan a tener una visión distorsionada de las cosas.

Dicho de otro modo, el coronel psicópata se las ingenia para que los profesionales ignaros solo vean lo que él quiere que vean, que no tomen en cuenta como ilícito lo que él está escondiendo y que es reprochable desde todo punto de vista. El coronel psicópata palabrea a sus funcionarios de nivel gerencial para que produzcan las justificaciones a lo injustificable y quien no se quiera convertir en delincuente para tapar la pudrición, entonces es expulsado por “incompetente”, ahí el resultado ulterior del efecto Dunning Krugers para la realidad de esta institución. Es su caso, es su infierno, es su maldad en la que se aprovecha de estos funcionarios que padecen de Dunning Krugers, circunstancia plausible para este felón que otros sean tan fatuos como él, porque le beneficia manejar a gente insuflada o pavoneada.

Aprovechándose de la vanidad profesional de quienes quieren saber de todo sin saber de nada, con tal de asentir a las propuestas aparentemente ingenuas de este malandro verde nunca más ascendido, hacen y producen decisiones deleznables que fuera de la institución sucumbirían al más leve análisis de rigor científico, pero internamente sacian la corrupción del coronel psicópata. Como es interno y nadie les revisa, se creen el número áureo en decisiones infelices cuyo único objetivo es darle respaldo a este idiota moral para eludir las responsabilidades de las extorsiones disfrazadas de procedimientos inocuos.

«Dunning y Kruger sugieren que este fenómeno se deriva de lo que denominan «doble carga”. Las personas no solo son incompetentes; su incompetencia les roba la capacidad mental para darse cuenta de lo ineptos que son. Las personas incompetentes tienden a: Sobreestimar sus propios niveles de habilidad».

« El Efecto Dunning-Kruger en psicología es un sesgo cognitivo por el cual las personas con conocimiento o competencia limitados en un dominio intelectual o social determinado sobrestiman en gran medida su propio conocimiento o competencia en ese dominio en relación con criterios objetivos o con el desempeño de sus pares o de personas en general».

Acostumbra el coronel psicópata coludir con otro Dunning-Kruger, por ejemplo en la mesa oval, y hacen comentarios o establecen posiciones en lo que parece una exposición gerencial auténtica e inocente, pero usan incluso el silbato de Galton, para sabotear a la gente capacitada en un asunto del que este Jefe abusador narcisista quiere obtener ganancias ilícitas a cualquier costo, porque ya tiene todo tramado y montado para hacerse de dólares criminalmente. Esas intervenciones aparentemente inocentes de tal o cual gerente, no son inocentes nada. El coronel psicópata se ha puesto de acuerdo previamente para provocar una diatriba de ideas en contra de sus víctimas, sobre un asunto en la que él ya tiene una posición y en el que padecer el síndrome Dunning-Kruger le ayuda a cuadrar su negocio ilícito, así destruya a otras personas.

Así dice el coronel psicópata: «Tú dices esto y yo digo aquello, y dejamos en ridículo a zutano o perencejo y ganamos delante de todos, jajajaja; porque luego que yo te apoye y tú a mí, entonces nadie irá en contra de lo que planteamos para no ser ridiculizado también. En fin, a nadie le duele una dependencia del estado y así nos aprovechamos de la fachada legal de la institución para cometer nuestros crimenes».

El coronel psicópata que sufre del síndrome de Procusto, humilla a los profesionales aptos y calificados y coloca por encima de ellos a gente incapaz que produce decisiones que favorecen la corrupción y la extorsión.

«En psicología, llamamos síndrome de Procusto al rechazo hacia las personas que sobresalen, es decir, a la incapacidad para aceptar las virtudes de otros. Las personas que lo padecen se caracterizan por un miedo constante a ser superados, a no ser lo suficientemente buenos y a sufrir sentimientos de envidia». El coronel psicópata es un envidioso.

«El primer paso de la ignorancia es presumir de saber, y muchos sabrían si no pensasen que saben».
Baltasar Gracián.

Crisanto Gregorio León

[email protected]

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