“Los líderes que trabajan más efectivamente, me parece, nunca dicen “yo”. Ellos no piensan “yo”. Ellos piensan “nosotros”. Ellos piensan “equipo”.
Tom Peters
La empresa está formada por personas y sola no se llega muy lejos: preguntarte cómo gestionas tu grupo de trabajo es algo importante que debes hacer.
Puedes tomarte un tiempo para autoevaluar tu estilo de liderazgo y preguntarte qué tipo de líder eres y te gustaría ser.
Por ejemplo, considere los siguientes:
Un líder autoritario;
Un líder que manda y al que no le gusta delegar: siempre eres tú quien toma las decisiones y soluciona los problemas;
Un guía activo y seguro para tu equipo, al que dar ejemplo, y al que recompensas reconociendo los méritos de cada uno;
Un líder que involucra activamente al equipo, incluso cuando no está en la oficina, y que empodera al equipo para resolver problemas;
Un líder que inspira, crece y deja crecer a su equipo, estimulándolos a proponer nuevas ideas.
¿Cuál de estos estilos de liderazgo es el que mejor te refleja?
Te conviertes en un buen líder gracias a la formación y sobre todo a las ganas de crear relaciones positivas con el grupo de trabajo.
Organizar el trabajo significa optimizar y, en un sentido más profundo, cambiar la forma de operar para obtener el máximo resultado.
La mayoría de los emprendedores terminan exhaustos, estresados, aplastados por una masa de trabajo que parece destruirlos. En muchos casos, hay una falta de organización en la base. Nada más.
De hecho, la mayoría de los empresarios suelen estar absorbidos por operaciones compulsivas y víctimas del mal hábito de reaccionar inmediatamente ante situaciones externas en lugar de planificar.
No es casualidad que encontremos emprendedores siempre con el teléfono en la mano listos para contestar mails, mensajes, llamadas
telefónicas, etc.
El principal consejo es que no reacciones inmediatamente sino que dediques un tiempo específico en el que atenderás llamadas externas.
Utiliza herramientas que te permiten ver cuál es tu horario. Una agenda también ayuda a distribuir el tiempo de forma más racional y a gestionar los compromisos con mayor facilidad. No olvides que tener todo en cuenta genera un estrés que no necesitas.
En caso de que tenga empleados, la programación se vuelve vital.
Debes organizar tu equipo de forma clara y cristalina para que todos sepan qué papel tienen dentro de la empresa pero también dentro de los proyectos individuales en los que están trabajando.
Definitivamente, todo emprendedor debe dejar espacio para la planificación y programación en su semana laboral.
Italo Olivo
www.iolivo.com