Irán elevó este viernes a 53 la cifra de muertes por los deslaves e inundaciones de esta semana en el país, incluyendo los muertos en un alud en Teherán, de acuerdo con un reporte de la televisión estatal.
Más de 30 personas perdieron la vida en dos aldeas, al noroeste y al noreste de la capital, luego de los fuertes aguaceros que desataron deslaves en el área, indicó el reporte. Casi dos docenas de personas murieron en otras ocho provincias y 21 de las 31 provincias iraníes fueron afectadas por las lluvias.
Se mantienen los temores de que el saldo de muertes pueda elevarse, pues al menos 16 personas siguen desaparecidas y más cadáveres eran descubiertos. El reporte detalló que soldados se habían sumado a las tareas de rescate y estaban ayudando a transferir a miles de personas de áreas remotas a lugares seguros.
El sábado, inundaciones repentinas en la provincia sureña de Fars mataron a por lo menos 22 personas y afectaron una decena de aldeas.
La tormenta de esta semana está entre las más fatales en la última década en Irán. En el 2019, una inundación mató al menos a 21 personas en la ciudad sureña de Shiraz, y dos años antes, una tormenta similar cobró 48 vidas en el noroeste del país.
Antes de los aludes del jueves, las autoridades les habían advertido a los residentes de las áreas montañosas de Teherán sobre los aguaceros y posibles inundaciones. Se esperan más lluvias en los próximos días.
Las autoridades han atribuido el elevado saldo de muertes al incumplimiento de las medidas de seguridad por personas que salen durante las tormentas, pero los críticos señalan la mala administración de proyectos de construcción y advertencias tardías como otras causas.