Caracas, ciudad histórica. La capital de nuestro país ha sido cuna de grandes momentos para Venezuela y el hogar de innumerables personalidades que han dejado huella en la historia. Mi amada ciudad, que debería ser un ejemplo a seguir para toda la región, se encuentra hoy en su peor momento desde su fundación. Los caraqueños sufrimos entre tanta pobreza y problemas, el dinero no alcanza para comer, los servicios básicos fallan a diario y la inseguridad se ha apoderado de gran parte de la ciudad. Estamos lejos de ser lo que alguna vez fuimos, una ciudad con crecimiento y progreso social.
Desde hace más de 20 años el régimen controla la alcaldía del Municipio Libertador de Caracas, tiempo en el que se han dedicado a desmantelar la institucionalidad de la ciudad, empobrecer a los caraqueños y dañar poco a poco a Caracas. Sus promesas de progreso y desarrollo no han sido más que viles mentiras, solo un discurso populista para tratar de mantener el poder a toda costa.
Una de las promesas más sonadas del régimen fue la construcción del Tuy IV que estaría listo para el año 2012. Este proyecto abastecería a toda la ciudad y zonas aledañas de agua potable, pero al día de hoy aún no ha sido terminado. En realidad, de acuerdo a la ONG Monitor Ciudad, el 70% del presupuesto gestionado por hidrocapital entre los años 2002 a 2015 se perdió. El régimen aún no ha dejado claro a dónde fue a parar ese dinero y en que se invirtió. Con ese nivel de corrupción y falta de mantenimiento es evidente el porqué Caracas presenta constantes fallas en el servicio del agua. Casos similares han ocurrido con otros servicios como la electricidad y el internet.
En temas de transporte públicos también han mentido descaradamente. Tomemos por ejemplo la Linea 5 del Metro de Caracas, cuya construcción comenzó en el 2006 y luego de 16 años aun no ha sido terminada ni siquiera la primera estación. Otros casos similares son el Teleférico Caracas-Macuto y el Metro Caracas-Guarenas-Guatire, cuyas infraestructuras inconclusas se alzan a la vista de todos. Pero no es solo el número de obras inconclusas, es también la falta de inversión y mantenimiento de obras previas al régimen, como el propio metro que se encuentra en estado paupérrimo y lamentable.
La ciudad se tambalea y se encuentra en la miseria, mientras la Alcaldía del Municipio Libertador solo arregla fachadas y se encarga de cambiar el nombre a zonas de la ciudad como parte de su política. Realmente no han logrado nada positivo que ayude a los caraqueños ni han solucionado sus problemas. Los hospitales se encuentran en pésimas condiciones porque ni insumos básicos hay, las escuelas se caen a pedazos por falta de mantenimiento y con cada día hay menos profesores y las calles de la ciudad parecen un campo minado entre tantos huecos. Hace 17 años el régimen prometió sanear el río Guaire para el disfrute de todos, pero al igual que su gestión política, el río está totalmente contaminado.
Los caraqueños estamos cansados de sus falsas promesas, queremos soluciones reales a los problemas que vivimos y nos afectan diariamente. Merecemos una Caracas próspera, que refleje la importancia histórica que ha tenido no solo para el país, sino para la región. Los caraqueños unidos y organizados no vamos a rendirnos ante un régimen que disfruta a costa de nuestro sufrimiento. Vamos a recuperar nuestra ciudad de sus garras, para reconstruirla y hacerla una capital amplia y de progreso social.
Stalin González