Una mezcla de tristeza, egoísmo y temor se apoderó de Cuba el martes por la tarde al expandirse la noticia de la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez, quien ha hecho tanto por el país.
Si bien el noticiero oficial de la noche dedicó todo su programa a los eventos que se desarrollaban en Caracas, la reacción del Gobierno tardó en llegar.
Más entrada la noche, Cuba declaró tres días de duelo y elogió a Chávez al decir que su “revolución bolivariana” era “irreversible” y que Cuba continuará “acompañando a los venezolanos en sus luchas”.
El firme apoyo ideológico de Chávez a Cuba ayudó a impulsar a la isla comunista de vuelta al centro de la política regional.
Y la generosidad de Venezuela, rica en petróleo, bajo el Gobierno de Chávez fue un salvavidas para la casi quebrada isla caribeña después del colapso de su benefector, la Unión Soviética.
Aún así, los analistas no esperan que la muerte de Chávez tenga un impacto en el corto plazo en Cuba.
“Estoy seguro de que los cubanos están preocupados, pero no pienso que esto cambie el juego. Han capeado tormentas peores en el pasado”, dijo Frank Mora, ex subsecretario de Defensa para Asuntos del Hemisferio Occidental durante el primer Gobierno de Barack Obama.
Chávez es visto en Cuba como un líder irremplazable de la región y un salvador del socialismo, representado día y noche por los medios oficiales como un defensor de la unidad regional, la independencia y la isla.
Durante su batalla de casi dos años contra el cáncer, Chávez se sometió a cuatro operaciones en Cuba y pasó meses recibiendo tratamiento en la isla.
“Una vez más el horizonte para todo Latinoamérica se ha ensombrecido”, dijo Eric Rodríguez, un vendedor de refrigerios.
“Sólo espero que Venezuela pueda soportar este golpe, pero el camino por adelante no será fácil, no para Cuba”, agregó.
Hubo lágrimas para el venezolano de 58 años y su familia por la tragedia de sucumbir ante el cáncer. También hubo cálculos sobre qué eventos en Caracas podrían ser significativos para la vida cotidiana en la isla de Gobierno comunista, tan dependiente del comercio preferencial bajo la gestión de Chávez.
Había temor de que Cuba una vez más pierda a un aliado estratégico y se vea sumergida en una crisis económica grave similar a la sufrida en la década de 1990 tras la desaparición de la Unión Soviética.
Poco después de que Chávez ganara su primera elección en 1998, Fidel Castro ungió al joven y vitriólico agitador como su sucesor revolucionario en América Latina.
El presidente Raúl Castro, quien reemplazó a su enfermo hermano en el 2008, ha fortalecido las relaciones con Venezuela incluso aunque forjó lazos más cercanos con países productores de petróleo como Brasil, Angola, Argelia y Rusia.
DEPENDENCIA ECONÓMICA
La mayoría de los economistas cubanos señalan que la economía se ha diversificado más durante los últimos 20 años con el desarrollo del turismo, la industria farmacéutica y el aumento de la producción de petróleo y níquel. Pero dicen que sigue siendo demasiado dependiente de Venezuela.
Cuba y Venezuela han formado más de 30 empresas mixtas durante los años, la mayoría con sede en Venezuela.
Estas compañías van desde transporte pesquero, reparación de puertos y ferrocarriles hasta hoteles, agricultura, producción de níquel y acero y, por encima de todo, la industria petrolera de Cuba.
En el 2011, Venezuela representó 8.300 millones de dólares de los 20.000 millones en comercio exterior registrados por Cuba.
Caracas le paga a Cuba unos 6.000 millones de dólares o más anualmente por los servicios de 40.000 doctores, enfermeras y otros profesionales, dicen economistas locales. Esto es alrededor del 60 por ciento de lo que Cuba ganó en comercio exterior por servicios.
Los bancos venezolanos otorgan créditos blandos para decenas de proyectos de desarrollo en la isla. Y Venezuela es garante para invertir y comerciar con la isla.
Mientras algunos cubanos sentían temor, otros eran más optimistas de que el sucesor elegido por Chávez, el vicepresidente Nicolás Maduro, gane las elecciones que deberán celebrarse dentro de los próximos 30 días.
INCERTIDUMBRE Y REFORMA
Cuba está en proceso de levantar algunas restricciones sobre libertades civiles y modernizar una economía dominada por el Estado.
Los expertos dijeron que más allá del resultado de la elección el ritmo y profundidad de la reforma probablemente mejore.
Una victoria de la oposición, vista como improbable, ciertamente generaría un movimiento en La Habana, dijeron, y si bien una victoria de Maduro no traería cambios para Cuba en el corto plazo, la amenaza de inestabilidad en el futuro de Venezuela ocupará la mente de los líderes locales.
“Asumiendo que Maduro sea elegido, Venezuela continuará sus subsidios clave de petróleo, pero tanto los mercados de crédito internacionales como los líderes cubanos pueden ahora ver más claramente un futuro donde Cuba tendrá que impulsar su autosuficiencia energética y mejorar sus calificaciones crediticias”, dijo Carlos Saladrigas, titular del Cuba Study Group, una organización cubano estadounidense que defiende el compromiso con La Habana.
Mora estuvo de acuerdo con que la inestabilidad en el mediano plazo en Venezuela será el desafío más grande.
“Pienso que todos tratarán y se unirán detrás de Maduro. Es qué será de Venezuela después, y si Maduro puede mantener a todas las facciones diversas dentro del chavismo juntas por un período largo de tiempo, especialmente si la economía venezolana enfrenta problemas macroeconómicos y no puede continuar subsidiando el apoyo político (para Cuba)”, concluyó.