Al revisar cualquier red social saltan a la vista diferentes noticias que relatan sobre unos hechos geopolíticos que vienen a transformar las narrativas conocidas hasta nuestros días, todos derivados de la guerra en Ucrania suceso sobrevenido el cual coincide con una nueva administración en los Estados Unidos, cuya meta es que el país del norte regrese a ser el gran jugador de los tableros geopolíticos que siempre fue antes de la presidencia de Trump. Sumándosele los problemas energéticos que Europa padece con respecto a su dependencia del gas ruso, estas variables crean un tablero donde los intereses de los países mejor posicionados ya comienzan a cobrar sus cuotas; el caso de Turquía con su veto impuesto en un inicio, frenando la entrada de Finlandia y Suecia a la OTAN. De este panorama Venezuela seguro juega como una ficha dependiente de quien la sepa aprovechar.
Dicho esto, queda enfatizar como la teoría realista de las relaciones internacionales toma el espectro de lo real en su totalidad, porque todas las alianzas y diferentes acciones que en el plano internacional ejecute cualquier país del globo estarán enmarcadas en cuanto logra obtener en beneficio propio, un ejemplo cercano está con países del caribe que ya vienen sosteniendo reuniones para que Petrocaribe se reactive y Venezuela comience a suministrar petróleo a cambio de votos en la ONU, OEA así como su apoyo en cumbres y demás acciones en materia internacional que el gobierno de turno requiera.
De igual forma, para un tablero macro nuestra nación queda a la deriva de los intereses rusos, con quien se mantienen grandes lazos de influencia en las decisiones que se deriven en la política exterior, tanto así que nuestro actual canciller viene de ser embajador en Rusia reemplazando en el cargo a uno de los pocos funcionarios de carrera que ocuparon la cancillería y no es de obviar las circunstancias actuales del petróleo Ruso debido a las sanciones internacionales esto lo coloca en competencia directa con el petróleo venezolano en los mercados donde se puede comercializar crudo sometido a sanciones que se negocia a bajos costos, haciendo que Rusia boicotee cualquier intento de recuperación en lo que respecta a la industria energética venezolana.
Otra pregunta que pudiera surgir del panorama actual es si Venezuela juega algún papel en el contexto de la guerra en Ucrania, a lo cual se puede responder, bajo una óptica muy específica, porque el Kremlin marca pauta en como el país se pronuncie ante este conflicto, pero existe un agente libre que es capaz de hacer que nuestro petróleo mueva equipos en torno al conflicto y es que Ankara tiene vínculos estrechos con nuestro país además de ser un jugador con capacidad de maniobra entre los intereses rusos y de la OTAN, ello dado que uno de sus últimos planes implicaba su flota naval para custodiar barcos con cereales, cercados en la actualidad en Ucrania, maniobra que de hacerse realidad pudiera ejecutarse con energía de bajo costo proveniente de nuestros pozos petroleros.
De este mar de posibilidades y de intereses cruzados los americanos tienen cartas que jugar, un ejemplo es la reciente declaración del gobierno francés que abre las puertas a una triangulación con dicho país para que el petróleo venezolano comience a ser enviado hasta Europa, ello por la premura de un invierno que se acerca para ese continente y unas presiones inflacionarias globales que tiene mucho que ver con los altos costos en los combustibles, claro que este escenario pasa por la negociación en México entre el gobierno y la plataforma unitaria acción que si es bien concertada entre las partes posibilitaría un escenario de ganar ganar para todos los involucrados.
Finalmente, se puede decir que la incertidumbre es la que priva ante un panorama mundial convulso que amenaza con crear una disputa de poder con rasgos similares a la guerra fría, pero que en el siglo XXI sería un conflicto de guerra no lineal a gran escala y donde el comercio juegue un papel preponderante como está sucediendo ante la escasez de micro chip, lo cual obliga en la actualidad a occidente a priorizar la zona de Asia-Pacífico donde existe un ciclo que va desde las materias primas que posee Australia hasta las fábricas de Corea de sur y Japón. Todo esto en algún punto debe implicar a nuestros grandes yacimientos de petróleo en las acciones venideras de los grandes actores de poder del mundo civilizado.
Eduin Adjunta
@Adjunta90