Al menos siete civiles fallecieron y otros 25 resultaron heridos por bombardeos rusos registrados en las últimas 24 horas en Ucrania.
Según la oficina presidencial, las fuerzas rusas atacaron ciudades y poblados en el este de Ucrania, especialmente en Donetsk, donde se han registrado la mayoría de las víctimas civiles. Rusia ha reforzado su ofensiva militar en la zona en los últimos días.
El gobernador de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, explicó en una publicación en Telegram que dos personas perdieron la vida en Avdiivka, una en Sloviansk, otra en Krasnohorivka y una más en Kurakhove.
“Todos los crímenes serán castigados», escribió.
En la víspera, el gobernador había pedido a los más de 350.000 residentes de la región que se marchase, diciendo que sacar a la población de Donetsk era necesario para salvar vidas y para permitir que el ejército pueda defender mejor las ciudades frente al avance ruso.
Donetsk forma parte del Donbás, una región industrial de mayoría rusófona donde se concentran los soldados ucranianos más experimentados. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, declaró el lunes completa la captura de la otra provincia de la región, Luhansk, tras la retirada de las tropas de Kiev de la última ciudad que controlaban.
El gobernador de esa provincia, Serhiy Haidai, negó el miércoles que las tropas del Kremlin hayan tomado toda la zona. Los intensos combates continuaban en las localidades en torno a Lysychansk, la ciudad de la que se retiraron los soldados ucranianos y que los rusos ocuparon el domingo, apuntó.
“Los rusos han pagado un alto precio, pero la región de Luhansk no ha sido tomada por completo por el ejército ruso», añadió. “Algunos asentamientos han sido tomados por cada bando varias veces».
El mandatario acusó a las fuerzas rusas de arrasar todo a su paso, “quemando y destruyendo todo a su paso».
Hasta 15.000 residentes siguen en Lysychansk y alrededor de 8.000 más en la vecina ciudad de Sievierodonetsk, que cayó en manos de los rusos y los separatistas el mes pasado, apuntó Haidai.
Los separatistas prorrusos llevan ocho años luchando contra las fuerzas de Kiev y controlan gran parte del Donbás. Antes de la invasión de febrero, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, reconoció la independencia de las dos repúblicas autoproclamadas de la región.
Las fuerzas rusas alcanzaron también Járkiv, la segunda ciudad más grande del país y que está más al norte, con misiles durante la noche, indicó el gobernador de la región homónima, Oleh Syniehubov, en Telegram el miércoles.
El operativo alcanzó tres distritos de la ciudad, agregó Syniehubov apuntando que un edificio universitario fue destruido, además de otro administrativo. Tres personas, incluyendo un niño pequeño, sufrieron heridas, según dijo.
Un proyectil golpeó un edificio donde se realizaban alistamientos militares.
