El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy deploró el miércoles que la OTAN no permitiera la incorporación de su país y pidió más armas a la alianza.
En declaraciones por videoenlace a la cumbre de la OTAN, advirtió que si los mandatarios reunidos no le dan a Ucrania la ayuda necesaria para derrotar a Rusia, “a ustedes mismos les tocará enfrentar una guerra demorada con Rusia”.
Pidió específicamente más equipos de artillería.
“¿Acaso nuestra contribución a la defensa de Europa y toda la civilización ha sido insuficiente?», preguntó. “¿Qué más se necesita?”.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que la cumbre de Madrid se celebra “en medio de la crisis de seguridad más grave que hemos enfrentado desde la Segunda Guerra Mundial”.
La incursión rusa ha resquebrajado la paz en Europa y ha hecho que la OTAN lleve tropas y armas al este de Europa a una escala nunca vista desde la Guerra Fría.
Los miembros de la Alianza también han enviado miles de millones en ayuda militar y civil a Ucrania.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cuyo país aporta el grueso de la potencia militar de la Alianza, dijo que cumbre envía “un mensaje inequívoco (…) de que la OTAN es fuerte y está unida”.
“Estamos dando un paso adelante. Estamos probando que la OTAN es más necesaria ahora de lo que lo ha sido nunca», agregó el mandatario, que anunció un importante refuerzo de la presencia militar de su país en Europa. Washington establecerá una base permanente en Polonia, llevará dos destructores de la Armada a su base en Rota, en el sur de España, y enviará dos escuadrones adicionales de aviones de combate F-35 a Gran Bretaña.
Pero los aliados de la OTAN están mostrando signos de tensión mientras el costo de la energía y de otros productos básicos se dispara debido a la guerra y a las duras sanciones de Occidente contra Rusia. Además, hay tensiones por el modo en que debería terminar la guerra y por las concesiones que Ucrania debería hacer, si las hace, para frenar los combates.
El dinero podría ser un asunto delicado, ya que apenas nueve de los 30 miembros de la Alianza cumplen en la actualidad con el objetivo de la organización de destinar el 2% de su Producto Interno Bruto a defensa.
El primer ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, cuyo país si lo alcanza, instó a los aliados a “afianzarnos para restablecer la disuasión y garantizar al defensa en la próxima década”.
La guerra ha causado ya un importante aumento de la presencia de las fuerzas de la OTAN en el este del continente, y se espera que los aliados acuerden multiplicar por ocho los efectivos de su fuerza de acción rápida, desde los 40.000 soldados actuales a 300.000 el próximo año. Los efectivos estarán basados en sus naciones de origen, pero se dedicarán a países específicos en el flanco oriental de la OTAN, donde la Alianza tiene previsto almacenar equipos y munición.
Según Stoltenberg, la entidad estaba iniciando “la mayor revisión de nuestra defensa colectiva desde el final de la Guerra Fría”.
Los líderes se disponen también a publicar el nuevo Concepto Estratégico de la OTAN, que establece las prioridades y objetivos para la próxima década.
En la última edición, de 2010, se describía a Rusia como un «socio estratégico» para la OTAN. Ahora está previsto que sea declarada la principal amenaza de la Alianza. Pero el documento establecerá también el enfoque del grupo sobre asuntos que van desde la ciberseguridad al cambio climático, pasando por la creciente influencia económica y militar de China.
Por primera vez, los líderes de Japón, Australia, Corea del Sur y Nueva Zelanda acuden a la reunión como invitados, en un reflejo de la creciente importancia de la región indopacífica.
Stoltenberg indicó que China no era un adversario de la OTAN, pero plantea “desafíos para nuestros valores, nuestros intereses y nuestra seguridad”.
Está previsto que Biden celebre una inusual reunión a tres bandas con el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, y el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, en el marco de la cumbre para tratar el programa nuclear y de misiles de Corea del Norte.
La cumbre comenzó con un problema resuelto luego de que Turquía accedió en la víspera a levantar su oposición a la adhesión de Suecia y Finlandia. En respuesta a la invasión rusa, las dos naciones nórdicas abandonaron su arraigado estatus de no alineadas y solicitaron el ingreso como medida de protección contra una Rusia cada vez más agresiva e impredecible, que comparte una larga frontera con Finlandia.
La OTAN toma sus decisiones por consenso, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, había amenazado con impedir la entrada, insistiendo en que cambiaran su postura acerca de los grupos rebeldes kurdos que Ankara considera terroristas.
Tras conversaciones de alto nivel con los mandatarios de los tres países, Stoltenberg anunció que el problema estaba solucionado.
El secretario general de la Alianza señaló que los líderes harán el miércoles una invitación formal a los dos países para unirse. La decisión debe ser ratificada por cada uno de los miembros, pero dijo que estaba “absolutamente seguro” de que Finlandia y Suecia se incorporarán al grupo.
Stoltenberg esperaba que el proceso termine “bastante rápido”, pero no fijó un plazo.