Brayan Villarreal estaba sentado en un restaurante cuando recibió un mensaje de texto de su madre sobre un momento de susto en su casa en Venezuela.
Villarreal quedó aturdido al enterarse que su padre, madre y hermano de 14 de años habían sido objetos de un robo a mano armada en su propia residencia y retenidos contra su voluntad el viernes pasado. Nadie resultó herido, pero su padre y hermano fueron amarrados.
Villarreal reaccionó tan sorprendido que terminó de comer antes de asimilar lo que había ocurrido.
«Estaba furioso», dijo Villarreal el lunes tras lanzar una entrada para los Tigres de Detroit en el triunfo 8-5 sobre los Astros de Houston en un juego de pretemporada.
«Estaba furioso y no podía hacer nada. Ya pasó y ahora estoy bien. Ellos (mi familia) planean venir acá y estarán seguros».
El derecho de 25 años dijo que sus padres y hermano habían salido de la casa cuando los dos ladrones asaltaron la vivienda. Un vecino llamó a la policía y ambos ladrones huyeron, aunque uno fue baleado por los agentes, según contó Villarreal.
Añadió que ha hablado con sus padres para que se muden a Estados Unidos, pero que aún no se ha tomado una decisión.
«Creo que solo se querían robar unas cosas de mi casa», dijo Villarreal. «Si hubiesen sabido quién era yo, se habrían llevado a mi hermano, a otro. Vinieron a robar».
La casa se encuentra en una zona no muy poblada, indicó Villarreal. Se suele quedar ahí cuando regresa a Venezuela en el receso de temporada.
Los ladrones portaban armas, pero Villarreal señaló que se siente tranquilo ahora que sus padres se mudaron a otra residencia.
La situación de la seguridad en Venezuela ha preocupado en los últimos años a los peloteros venezolanos y a sus familias debido a un incremento en los secuestros.
El receptor Wilson Ramos de los Nacionales de Washington fue secuestrado frente a la casa de la familia poco después de terminar la temporada de 2011. Dos días después fue rescatado por comandos de la policía.
En su actuación el lunes, Villarreal lanzó un inning y sacó los tres outs con ponches, aunque dos hombres se le embasaron con un pasaporte y un error.
El manager de los Tigres Jim Leyland señaló que seguramente Villarreal tuvo que lidiar con el nerviosismo, pero que no contempla alterar la rutina del relevista que intentar ganarse un puesto en el bullpen del equipo.
Villarreal tuvo el año pasado marca de 3-5 con efectividad de 2.63 y 66 ponches en 50 apariciones.