Cualquiera que haya ingresado al Mercado San Juan en Barquisimeto, no ha podido pasar de largo sin notar el principal establecimiento de comida que opera en el lado derecho de la fachada del emblemático edificio, desde hace ya 33 años.
Uno de los aspectos más interesantes de este popular negocio, es que su dueño, Julio César Nava, afirma que la devaluación y la inflación no lo están afectando, sino por el contrario, lo han beneficiado, con un incremento en la afluencia de personas que vienen a degustar arepas, empanadas y batidos a su establecimiento.
«He levantado a mi familia con esta venta de comida. Mis cinco hijos trabajan aquí. Algunos de ellos a tiempo completo y otros sólo los fines de semana. Sin embargo, todos son profesionales», declaró, aclarando que una de sus hijas es licenciada en Pedagogía, y otra de ellas se graduó de contadora. «Ella suele trabajar los domingos en la cocina», añadió.
Nava recordó que hace como 50 años, en el edificio del actual Mercado San Juan, funcionaba un matadero, por lo cual este punto comercial habría heredado varios aspectos característicos de ese tipo de estructura. Por otra parte, relató que de joven había comenzado a estudiar para convertirse en educador, pero ante algunas dificultados para ejercer el oficio, decidió buscar una manera de independizarse económicamente, por lo cual se arriesgó y dio inicio a la que ahora es una de las areperas más conocidas de Barquisimeto.
Consultado sobre las posibles consecuencias negativas del paquete económico del Gobierno nacional en el desempeño de su tradicional negocio, el comerciante aseguró que ante el creciente flagelo de la devaluación y la inflación, la afluencia de comensales a su establecimiento se ha elevado. «Aquí vienen los conductores de los camiones cisternas del llenadero San Juan, así como los empleados de las diferentes instancias municipales que laboran en el edificio del mercado, al igual que los de Hidrolara. Sin olvidar a la gran cantidad de buhoneros que también comen aquí», destacó.
La devaluación, por los momentos, todavía no los afecta y pueden mantener precios solidarios.