Según el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), Lara tuvo en el año 2012, una tasa de 51 muertes violentas por cada 100 mil habitantes, ubicándolo entre uno de los seis estados más violentos del país.
La inseguridad es una realidad tan patente, que las personas entrevistadas sobre el tema no quisieron identificarse por temor a que la delincuencia arremeta contra la integridad física personal, o de alguno de sus familiares.
En la urbanización Barici, la realidad es la misma. “La violencia no toma en cuenta ni género, ni edad, y mucho menos pregunta a qué partido político o religión pertenece la víctima.
Parece que estuviéramos en un país en guerra.. los homicidios responden en su mayoría a ajuste de cuentas, o por robo de algún bien material”, expresó una vecina de la urbanización que no quiso identificarse.
Todos los entrevistados coinciden en que, a pesar de las diversas medidas adoptadas por el Gobierno nacional para la prevención y control, la violencia sigue en aumento en el estado Lara. Ningún sector de Barquisimeto o de las ciudades del interior del estado escapan de la violencia desatada, dijo un joven de la mencionada urbanización.
En esta zona del este de la ciudad se cometen robos, extorsiones, y secuestros, situación que ha obligado a muchos a instalar cámaras, alarmas y cerco eléctrico para proteger sus viviendas.
Otra vecina consultada señaló que los secuestros afectan a casi todos los sectores sociales. El año pasado concluyó con un bajo porcentaje de secuestros formalmente denunciados y miles que no se denuncian.
Las modalidades rápidas de secuestro han permitido la incursión de nuevas bandas que han cambiado la modalidad delictiva, aumentando los secuestros múltiples que son manejados de manera conjunta o separada, reflejando una mayor capacidad operativa en esos grupos.
Ante la ausencia de medidas eficaces de protección de la población por parte de las autoridades, los ciudadanos de todos los sectores sociales optan por medios privados de protección personal.
Fotos: Edickson Durán