(Viene de la Parte II) … En nombre de la “Federación Nacional Caficultores de Venezuela, de nuevo el 11 de marzo de marzo de 2016, fue entregado en la Asamblea Nacional de Venezuela, el documento que redacté y esta vez con pruebas gráficas de la oprobiosa situación en la cual subsistíamos los caficultores, fue recibido por el diputado Camejo, y hasta ahora no se ha tenido respuesta de él… a pesar de las promesas hechas.
Es imprescindible resaltar que el documento en cuestión ha sido analizado por importantísimos juristas especializados en Derecho Agrario, entre ellos el recordado, Dr. Enrique Tejera Paris, y hasta ahora me han manifestado que el documento está excelentemente redactado y que, de rescatarse el Estado de Derecho, es la vía expedita para el reconocimiento de los Derechos Humanos de las familias caficultoras, la preservación de la vida, al devolverle la dignidad a los guardianes gratuitos del ambiente, quienes salvaguardando la biodiversidad, nos garantizarían la generación de agua dulce y del oxígeno imprescindible para subsistencia de todos los seres vivos, la producción de medicamentos, alimentos y hasta de proteínas a través de la pulpa de café; rescatando un sistema productivo que ha demostrado poder ser autosuficiente y autosustentable; librando a las familias que tienen por hábitat natural zonas de exuberante belleza donde se podría activar la llamada industria sin chimeneas: “El Turismo.”
Se trata de la protección de la constitucionalmente irrenunciable cultura venezolana y de un sistema productivo que, con el aporte de las divisas generadas al ser exportado, pagó la deuda externa del país, de lo cual, se jactaba el mal llamado Benemérito Juan Vicente Gómez.
Los sobrevivientes del sistema político económico desfasado y fracasado que nos han impuesto, no nos hemos dado por vencidos, a pesar de que podemos definir la caracterización de sector, de la manera siguiente:
Ausencia de una política de estado para el sector. Los llamados “Planes Café” han sido cambiados más de 5 veces.
Inseguridad jurídica y personal.
No hay incentivos para producir.
No existe un ente coordinador nacional, ni estatal.
Ausencia de la investigación agrícola para el Sector.
Destrucción de las fincas experimentales en café: Bramón, El Laurel y por último “las Lomas. Ubicada en la población de Villanueva, Municipio Morán del estado Lara, expropiada cuando se exterminó a la “Fundación para el Desarrollo de la Región Centro Occidental, FUDECO,” absorbida por CORPOLARA para luego transferirla a la Corporación Venezolana del Café, institución que la abandonó ocasionando el oprobio de que fue invadida por los integrantes de una Comuna que dice llamarse “Argelia Laya,” y lograron destruirla totalmente, aun siendo también, la única finca en Venezuela experimental en el cultivo de Nuez de Macadamia. Esta finca era la base financiera de “FUDECO,” producía 3000 quintales de café/año, y no tengo cuantificada la producción de Nuez de Macadamia, pero si la información que, un kilo de Nuez de Macadamia se cotiza en treinta dólares y una planta de ella, produce 200 kilos/año.
Estas plantas fueron taladas por los integrantes de la Comuna, supuestamente, para hacer estantillos con su madera.
No existe actualmente centros productores de semilla calificada.
Utilización de sistemas a plena exposición solar, semillas y variedades no aptos para el país.
Baja aplicación tecnológica, por falta de asistencia técnica y bajo niveles tecnológicos del productor.
Inversión crediticia sin controles previos y operativos.
Abandono de la infraestructura agrícola. La actual es obsoleta.
Productores cafetaleros mayores de 50 años. No hay generación de relevo, los jóvenes y mano de obra económicamente activa abandonan sus familias, hábitat natural y emigran a pueblos y ciudades donde muchos se integran a la delincuencia o a las drogas se integran a la diáspora infame en búsqueda de recursos que le aporten una mejor calidad de vida y/o poder enviar a sus familias los medios que ayuden a cubrir sus necesidades básicas.
Nula asistencia médica.
No hay controles contra el contrabando.
La broca no ha tenido controles efectivos. Ausencia del Estado. Abandono del productor.
Desabastecimiento y altos precios en el suministro de insumos.
Ausencia de estadísticas oficiales. Las pocas que aparecen, se presumen, falsas.
Preferencia por parte del gobierno a la importación.
Alteración climática.
La producción promedio real es de 5-6 quintales por ha.
Se ha cuantificad la importación de más de 1.100.000 quintales, a precios mucho más alto que el nacional.
Se estima que, aproximadamente, el 95% de la producción proviene de pequeños productores.
Pese a la crisis la familia cafetalera subsiste en su hábitat.
Según el Sindicato Nacional del Café, el estado importa el 94,2% del café.
Es incalculable el daño causado por la falta de combustible para el transporte, maquinarias y equipos, lo que hizo realizar a leña el proceso de secado, durante el beneficio del café, destruyendo su calidad, obteniéndose un producto no apto para consumo humano.
CONTINUARÁ…
¿Quién parará el desastre, cada vez mayor, en los servicios de electricidad, agua potable e internet?
¿Quién (es) es (son) el (los) responsables de los daños físicos, mentales y colaterales causados?
Maximiliano Pérez Apóstol