La Encuesta Nacional de Hospitales alertó en su más reciente informe sobre el retroceso que ha tenido el sector hospitalario de Venezuela en los últimos dos años.
El documento precisa que desde 2019 se ha reducido a la mitad el promedio de quirófanos operativos en los hospitales del país, pasando de cuatro a dos.
“Si a esto le sumamos el desabastecimiento de insumos de quirófano, que para principios del año 2022 era de 70 %, estamos frente a una situación de gravedad en cuanto a la capacidad quirúrgica de nuestros hospitales”, destacan.
Como resultado, cada vez es más difícil para los venezolanos realizarse alguna intervención quirúrgica y deben pasar meses en listas de espera. Esto ha traído la muerte de muchos pacientes que necesitaban intervenciones de urgencia.
“En estas listas podemos encontrar pacientes con todo tipo de condiciones incluso aquellos pacientes oncológicos, cuyo diagnóstico completo depende de una intervención quirúrgica. Para estos pacientes en particular, estar en una lista de espera para entrar a un quirófano significa retrasar su diagnóstico y por lo tanto, retrasar también su tratamiento”, añadieron.
Aunado a esta problemática, muchos médicos y enfermeras han renunciado ante la falta de equipos de protección personal, bajos sueldos y falta de seguridad.
En este aspecto el informe precisa que el personal del sector de la salud pública tiene muy pocos incentivos para ejercer en ese entorno y sumado al contexto COVID-19 no debería sorprender que, los médicos, tanto los residentes como los especialistas, hayan abandonado estos espacios.
Para finalizar reportaron la disminución del espacio físico destinado a la atención de pacientes, debido a que muchas zonas están cerradas por filtraciones u otros problemas de infraestructura. Ante esa situación, los pacientes deben ser atendidos en sillas de espera e incluso algunas mujeres han dado a luz a las afueras de los hospitales.