La luz que alumbra los días de la Tierra no proviene del Sol directamente como comúnmente se cree. La luz es puntual, no se desplaza y por esto es falso que la luz se mueva a la velocidad de 300.000Kms/s.
Desde que la humanidad apareció sobre la superficie de nuestra planeta y tuvo conciencia de la realidad circundante, se hizo la idea de que el Sol lo iluminaba. Pero la realidad con la cual debe asociarse esa idea, ofrece los med ios para convencernos de que no puede ser así. La Tierra vista desde las sombras de la noche, nos presenta el oscuro espacio del universo. Y que en esa inmensidad, por las noches, se observan en el cielo puntos de luz dispersos. Es la luz de las estrellas y, tal vez, de uno que otro planeta que proyectan su luz generada desde sus atmósferas. Los planetas son cuerpos opacos que no generan luz desde sus atmósferas. Las atmósferas de los planetas reciben la energía proveniente del sol con la cual las ilumina. Las estrellas en todo caso son las proveedoras de energía que iluminan las atmósferas de los cuerpos. Esa energía se propaga por el espacio hasta las atmósferas. La energía es la que hace el milagro en las partículas transparentes y gaseosas de las atmósferas de la iluminación.
La iluminación de la atmósfera de la Tierra se produce mediante el proceso que venimos describiendo. La atmósfera actúa como el filamento del bombillo o como el gas en los fluorescentes. La atmósfera es una masa como también son masas el filamento y el gas. Como se sabe, la energía que ilumina el filamento del bombillo y el gas del fluorescente les llega por cable. La energía proveniente del Sol recorre la distancia para iluminar la atmósfera de la Tierra. Llamamos días a la iluminación que se produce en la atmósfera de la Tierra. De modo que la iluminación no proviene directamente del Sol; del Sol proviene la energía que se hace iluminación en la atmósfera de la Tierra.
Carlos Mujica
