Esta activa cazadora nocturna pertenece a la familia de las garzas, frecuenta las orillas de ciénagas, pantanos y manglares con suficiente vegetación para posarse.
Aunque su tamaño es mediano, en comparación con otras garzas, tiene un porte elegante, con sus plumas adornando la parte posterior de la cabeza que tiene la corona y espalda negra, contrastando cara y cuerpo blancos.
Sus alas son grises, los ojos son rojos y el pico es negro. Cuando jóvenes, su plumaje es pardo, los ojos amarillos o naranjas y el pico en la base es verdoso, en la mandíbula superior negro y la inferior amarillenta con la punta negra.
Cuando se reproduce anida en colonias de hasta 20 estructuras, similares a los nidos, hechas de ramas pequeñas.
Para comer se posa ya sea al borde del agua o en bajíos y espera para emboscar a su alimento. Atrae a los peces metiendo el pico en el agua y vibrando para simular los movimientos realizados por las presas de los acuáticos.
Una vez que captura la presa, sacude su cabeza rápidamente, como los perros, hasta aturdir a la presa o matarla.
En algunos países se les conoce como la garza bruja debido a que salen a cazar durante la noche y temprano en la mañana.
En Bolivia, el nombre de la localidad de Guaqui, ubicada en el departamento de La Paz, proviene del sonido que emite esta ave.
Omar David Suárez
Lea más noticias en www.elimpulso.com