La “Red de Instituciones Larenses”, este 7 de marzo de 2022, logró llegar a su doceavo aniversario, superando las difíciles situaciones que se han presentado, pero enalteciendo los principios que constituyen su base fundamental y haciéndolos indestructibles en la medida en que sus integrantes los han consagrado perpetuando los criterios que la forjaron en el crisol de la dignidad, fortalecida en el trabajo solidario en pos del logro del anhelado bienestar social.
Exaltando que sus integrantes somos un factor importante en la consolidación de la responsabilidad social en las comunidades, para lograr el “Estado de Derecho” y la participación ciudadana, inexorablemente, bajo lo expreso en el “Estamento Legal venezolano,” que confiere jerarquía constitucional a los “Tratados Internacionales” ratificados por Venezuela…
Siendo promotora y auspiciadora de espacios de participación para aprender, sensibilizar, informar y formar, con el objetivo de facilitar a nuestros propios miembros, a las comunidades y en general a los actores sociales la comprensión, caracterización, prevención o solución de problemas. Actuando siguiendo los valores que rige el respeto, el trabajo en equipo, el compromiso, la ética y… la “LIBERTAD.”
Teniendo al respeto como forma de reconocimiento, aprecio y valoración de las cualidades de los demás, ya sea por su conocimiento, experiencia o valor como personas. Que implica la base de la convivencia en sociedad, con pluralismo y tolerancia. El acatamiento de las leyes y reglamentos que establecen las reglas básicas de lo que debemos respetar.
Como el Foro de Opinión, apolítico partidista de pensamiento plural y estructura jerárquica horizontal, que somos, y bajo la premisa que expresa que, la libertad supone, además de la espontaneidad, la deliberación y la decisión, nos permitimos lamentar los acontecimientos ocurridos con la escalada bélica de Rusia, como potencia mundial, a un pequeño país como lo es Ucrania.
Todo parece indicar que, se ha realizado un absurdo e injustificado el ataque, con fuerzas militares armadas en forma desproporcionada, contra ciudadanos ucranianos, indefensos en una gran mayoría.
Un alto porcentaje de opiniones públicas, a nivel mundial, han calificado la ofensiva militar rusa contra los ciudadanos ucranianos, totalmente contraria a los principios del Derecho Internacional, a la Carta de las Naciones Unidas, ONU, a la Carta de la Organización de Estados Americanos, OEA, generalizándose plenamente, el rechazo sobre el uso de la fuerza militar como medio de solución de las controversias y/o para la satisfacción de supuestos intereses geopolíticos.
Se ha estimado internacionalmente que se debe respaldar a los ciudadanos de Ucrania en estos difíciles momentos; a su presidente, parlamento y gobierno elegidos democrática y legítimamente. Abogando por el respeto a su integridad territorial y soberanía dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente, incluidas sus aguas geográficas.
Es racionalmente comprensible la exigencia de que cese la guerra y los ataques armados que “siembran muerte, destrucción, miseria y amenazan la vida en el planeta”; el mundo libre debe abogar por que se restablezca el “Derecho Internacional” en Ucrania. Que prevalezca el dialogo y se garanticen los corredores humanitarios.
Los líderes mundiales, tienen la obligación de exhortar a las organizaciones creadas para preservar la paz, para que hagan todo cuanto esté a su alcance a fin de parar de una vez por todas el derramamiento de sangre de los ciudadanos valientes que emulando a David defienden su integridad contra un nuevo Goliat.
En clamor general se debe exigir, como lo pidió el Papa Francisco, cito:
“Parar “los ríos de sangre y lágrimas»; mientras “las víctimas son siempre más numerosas, así como los que huyen, especialmente madres y niños” y “crece dramáticamente de hora en hora la necesidad de asistencia humanitaria.” Que se pongan en práctica todos los medios disponibles para que, de forma perentoria, se aseguren los corredores humanitarios y se garantice y facilite el acceso de ayuda a las zonas asediadas para ofrecer asistencia vital a tantos ciudadanos ucranianos oprimidos por las bombas y el miedo. Que cesen los ataques armados, que prevalezca la negociación y el sentido común y se vuelva a respetar el “Derecho Internacional.” (F de C).
Es propicio el solidarizarnos con los periodistas que arriesgan sus vidas por transmitir la verdad de los hechos, haciendo posible la valoración de la crueldad de esta guerra irracional. Héroes, anónimos en su mayoría, que son mensajeros de paz, por tanto, exhorto al “Colegio Nacional de Periodistas, seccional Lara”, como miembro, invalorable y fundador, de la “Red de Instituciones Larenses” para qué, de ser posible, hagan llegar nuestra admiración y agradecimiento a quienes ejercen esta loable profesión como “Corresponsales de Guerra.”
Hago un llamado, muy especial, a las organizaciones internacionales cuya “Misión” es la de preservar el “Estamento Legal Internacional” como medio, sine ecua non, utilizado para garantizar la paz, para que actúen e impongan el “Estado de Derecho,” de manera imparcial.
La libertad es la facultad de hacer lo que el derecho permite.
“La Justicia es el camino de la paz.”
Maximiliano Pérez Apóstol