“No te pongas en una forma, adáptate y construye la tuya, y deja que crezca, se como el agua. Vacía tu mente, no tengas forma, como el agua. Ahora cuando pones agua en una taza, se convierte en la taza; pones agua en una botella, se convierte en la botella; la pones en una tetera se convierte en la tetera. Ahora el agua puede fluir o puede golpear. Sé agua, amigo mío”
Bruce Lee. El viaje de un Guerrero
Vivimos tiempos de cambios constantes, y es por eso por lo que las características que debemos aprender a formar, como personas y como emprendedores, son la flexibilidad y la adaptabilidad.
Pero otra cosa que hemos aprendido, quizás aún más importante, es que no podemos movernos sin estrategia, no podemos “esperar a que pase y ver qué pasa”: no podemos perder el tiempo y por tanto debemos construir nuestras herramientas con antelación. para hacer frente a los cambios.
Por lo que es muy importante el análisis continuo de datos, que sirve para escuchar las tendencias del mercado y planificar acciones posteriores con más confianza, llegando preparados para afrontar los cambios.
Hoy, ser flexible también significa interiorizar de una vez por todas que nuestros clientes actúan en dos dimensiones, una online y otra offline, y una no excluye a la otra, al contrario, se complementan.
Las personas se mueven con mucha más fluidez entre los canales físicos y digitales y para las empresas tradicionales es importante adaptar los sistemas y ofrecer modelos también online.
Los usuarios ahora son adictos a la velocidad y usan herramientas para optimizar tiempo, dinero y energía y tienden a negarse a hacer demasiado esfuerzo para comprar lo que les interesa. Tenemos todo a un clic de distancia, siempre estamos conectados y en los próximos años las empresas con visión de futuro perfeccionarán cada vez más este modelo.
Esto significa, por ejemplo, que un sitio ya no puede ser un escaparate estático, sino que debe reflejar estas nuevas formas de interacción dinámica y adaptarse en tiempo real a las solicitudes (muy rápidas) de los usuarios.
La flexibilidad es una cualidad necesaria aunque no suficiente para un emprendedor que quiere conseguir éxito. Ser flexible permite: 1) Captar oportunidades de negocio y llevarlas a cabo. Las oportunidades de mercado están ahí. Una simple conversación puede ser el detonante.
Definitivamente, la adaptabilidad termina siendo la superación a la resistencia al cambio, una vez que te adaptas a un proceso de cambio, donde ya no exista una resistencia, podrás avanzar sin problemas.
Italo Olivo
www.iolivo.com