Los actores cubanos Anailín de la Rúa y Javier Núñez Florián, lo cuentan todo sobre su decisión de no volver a Cuba y aprovechar la oportunidad que se les presentó al llegar a EEUU
Los dos jóvenes apostaron por huir de Cuba cuando fueron invitados a participar en el Festival de Cine de Tribeca de Nueva York. Por ello volaron desde La Habana a Nueva York, con escala en Miami, y allí huyeron por que decidieron quedarse para luchar por su futuro, y posiblemente viajen a Las Vegas, así lo expresaron durante una entrevista a la agencia a la AFP.
«Nos encantaría irnos a Las Vegas, siempre me ha llamado la atención y quizás allá podamos encontrar algo en lo que nos gusta, eso nos han dicho» dijo Núñez Florián.
La pareja decidió «desaparecerse» en el Aeropuerto Internacional de Miami el 18 de abril, sin decir nada a sus compañeros de viaje, Dariel Arrechada, protagonista junto a ellos de la película «Una Noche», y un productor del filme de coproducción británica-estadounidense-cubana, que ganó tres premios, entre ellos el de Mejor Actor para Núñez Florián y Arrechada.
«Nosotros queríamos ir al festival, hubiese sido bonito estar allá pero fue tanto el miedo y el susto de que estando allá no íbamos a poder quedarnos aquí por eso nos quedamos», explicó el actor en la habitación de un hotel en Hialeah, ciudad cuya población es mayoritariamente cubana al noroeste de Miami.
«Quisiera haber estado allí para recibir el premio, pero no me arrepiento, porque como dice el dicho: ‘La luz de adelante es la que alumbra’, lo que se me presentó primero fue quedarme aquí y eso era lo que yo quería», afirmó.
De la Rúa recordó que la gente que los «podía ayudar vivía en Miami y nosotros no trajimos dinero y luego en Nueva York iba a ser más difícil ¿De ahí cómo íbamos a salir?».
Asimismo, los actores comentaron que ya hablaron con la directora de la película y con su compañero Dariel, les explicaron su decisión, se disculparon y al parecer obtuvieron su comprensión y les desearon suerte.
La escala en Miami era de casi un día y eso facilitó que un amigo de Núnez Florián, quien habitaba su mismo barrio en La Habana, ahora en el exilio, pasara a buscarlos al aeropuerto.
Después de dos días Anailín ubicó a un tío que vive en Bradenton, más de 390 km al norte de Miami, y partieron para allá, «siempre con ayuda de los amigos y familia porque no tenemos dinero», dijo.
Tras cinco días en Bradenton, «pusimos un aviso en Facebook, contando nuestra situación, a ver si la gente nos podía ayudar y nos contactó alguien del canal 41 de Miami (América TV)», dijo la joven, que con su pareja revelaron el viernes en una exclusiva con ese canal que pedirían asilo político.
Ahora «estaremos en Miami unos días más para los trámites, y este hotel lo está pagando hasta el lunes una amiga de la mamá de Javier que nos vio en la tele el viernes. Luego no sabemos adónde iremos», indicó Anailín de la Rúa.
La cinta que protagonizan cuenta las desventuras de dos jóvenes y la hermana de uno ellos que intentan cruzar en una balsa las 90 millas que separan a Cuba de Florida.
Por la película «estuvimos en febrero en Alemania, en el Festival de Cine de Berlín, pero allá es muy frío, el idioma es una complicación; en cambio aquí hay muchos cubanos y tenemos amistades y familia», explicó Núñez Florián.
Ambos, aún con gestos de incertidumbre e ilusión en sus rostros, resaltan que vienen de familias muy humildes, y aunque reconocen que en Cuba hay buenas escuelas de arte, sostienen que no pudieron ingresar porque «se nos hizo tarde y teníamos que trabajar para ayudar en la casa».
«Allá no tenemos ningún futuro», apuntó De la Rúa.
«Con los papeles en mano queremos empezar a trabajar en lo que sea, si es actuación mejor, pero realmente en lo que sea para poder ubicarme», agregó Anailín.
«Hasta ahora nos ha gustado todo. A mí me gustaba el tipo de vida de Miami sin haber estado, ahora toca luchar por ese sueño y si sale irse a Las Vegas, bienvenido sea», dijo Núnez.
El abogado que tomó el caso de la pareja, Wilfredo Allen, explicó a la agencia AFP que en los próximos 10 días solicitará el asilo político y «existe una posibilidad muy alta que se lo den bajo las mismas circunstancias que Estados Unidos lo ha otorgado antes a bailarines, cantantes, atletas que han desertado de Cuba».