Colombia se está preparando para las elecciones presidenciales con dos personajes como favoritos, uno de ellos la señora Ingrid Betancourt, quien fuera una vez secuestrada por elementos de la guerrilla que actua en el país, y Gustavo Petro, representante de la extrema izquierda, quien viene de perder en anteriores comicios frente a Iván Duque, el actual mandatario. Si me preguntan sobre un resultado, tengo que lamentar que los colombianos teman que elegir entre la Betancour y Petro, que dudo mucho puedan solucionar los grandes problemas que sufre hoy ese país tan vinculado al nuestro por lazos históricos y de una cercanía que no ha sido, de ninguna manera, favorable al crecimiento y desarrollo socio económico de ambos pueblos. Tercia en esa lucha electoral una hija del fallecido Carlos Galán, asesinado hace ya varios años cuando intentaba competir por la presidencia colombiana. Hoy, cuando es necesario volver sobre nuestros pasos para recuperar la confianza que una vez tuvieron Venezuela y Colombia confiamos en la buena disposición de ambos pueblos para reencontrarnos en el camino de la grandeza en beneficio mutuo, capaz de olvidar lo que nos separa y avanzar juntos hacia el futuro con pasos seguros.
II
Nunca se imaginó Pablo Casado las consecuencias de un error político, lo alejaría, no solamente del Partido Popular y consecuencialmente de la candidatura en el próximo cambio de gobierno en España. Tampoco que ayudaría a Isabel Díaz Ayuso en su aspiración a convertirse en la sucesora de Pedro Sánchez. Casado no midió la distancia para eliminar a una rival de mucho peso y se enredó en su propia trampa acusandola de manejos turbios en las finanzas de la Comunidad de Madrid, hoy entregada con fidelidad y pasión a su líder. La inobjetable victoria de Díaz Ayuso alertó a Pablo Casado sobre una presunta candidatura de su compañera en las elecciones presidenciales y quiso cerrarle el paso preparando una ruín emboscada contra la jefe de Madrid. Sin pecar ni presumir de adivino, pienso que ella será la próxima presidenta de España, curiosamente ayudada por un error imperdonable cometido por Pablo Casado. En Política ya saben, nada está escrito.
III
Donde se están dando duro son los abogados a raíz del fallecimiento de José Luis Machado, quien fuera presidente del Colegio de Abogados en el Estado Lara, hemos escuchado acusaciones de todo tipo y color en las redes sociales de aspirantes a liderar la respetable institución. Ojalá que lleguen a coincidir en sus buenos propósitos para regresarle su prestigio al Colegio.
IV
Pregutan precios para viajar a Madrid desde Caracas. Veo en las redes una oferta por apenas 587 euros con todos los gastos e impuestos incluidos. También ofrecen un seguro médico desde 69 euros. Puden contactar con VIAJAMOR.COM
V
Una de las intenciones de Vladímir Putin es la restablecer a la antigua y desaparecida Unión Soviética, según ha dicho el presidente de los Estados Unidos al anunciar una serie de sanciones contra el jerarca ruso. Responsable de la invasión a territorio Ucraniano cuyo resultado podría crear una situación muy difícil para la economía nacional, aunque Biden dijo que Estados Unidos no intervendria militarmente en Ucrania aseguró que Rusia avanza hacia una crisis económica impredecible en los próximos años.
VI
La semana que concluye trae un pésima noticia Jose Tomas Rosales Romero, mejor conocido como Chichito Rosales, un personaje de Barquisimeto, ha dejado de existir victima de una terrible enfermedad ante la cual fue inutil los esfuerzos de la ciencia médica. Quien lo conoció en sus mejores años siempre lo recordaremos como un hombre dedicado a la música y al bienestar de su familia. Sus mejores años los vivió en liceo Lisandro Alvarado y en los ventanales de nuestras muchachas a las que deleitaba con románticas serenatas que rompían las noches larenses junto a otros inseparables como Víctor Rodríguez, Napoleon Arraiz, Pololo,y otros bohemios que después se integraban en voces y canciones inolvidables. Chichito nos deja recuerdos imperecederos no solamente de su amada esposa Rosario e hijas. Y de miles de amigos que cultivó durante su existencia.
LRM