Con la participación de la académica venezolana Josefa Zambrano, del intelectual mexicano Sady Loaiza, del lingüista Arturo Jiménez, de la investigadora Sonia Teppa, del escritor Julio Bolívar, del director de teatro Roberto Valecillos, de los poetas Julio César Blanco Rossitto, Ramón Rivas Sáez, María Auxiliadora Chirinos, María Elena Díaz y Álvaro Ríos, fue efectuado el III Congreso Internacional de Lengua y Literatura en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (Núcleo Barquisimeto).
La información fue suministrada por la doctora Zériz Sánchez Rodríguez, coordinadora de Investigación de Postgrado de esa casa de estudios, quien indicó que el evento promovido por el director del Núcleo, doctor Rubén Istúriz Almedia, contó con asistencia de gran parte de la comunidad universitaria y constituyó un gran éxito dada la participación de los exponentes nacionales e internacionales.
Este Congreso que concluyó el fin de semana, como en sus dos anteriores ediciones, se realizó con motivo del Día del Idioma, del Derecho del Autor y del Libro, sobre los cuales habló extensamente la doctora Zambrano.
Es de resaltar que se aprovechó la celebración para rendirle un sentido homenaje póstumo al profesor Reinaldo Chavier, quien fue un reconocido poeta larense, doctor en literatura latinoamericana, periodista, jefe de redacción de la revista cultura Carohana. editor jefe de Mal Tiempo, fundador de la cátedra libre de Literatura UPEL-IPB Juan Páez Ávila, profesor invitado en diferentes universidades del continente y autor, entre otras obras, de Antiguas Resinas, Fragmentos Dispersos y Escritos en el Cuerpo. En el homenaje estuvieron presentes su hija, María Fernanda Chavier, y otros familiares, y la semblanza de su personalidad estuvo a cargo del doctor Blanco Rossito.
La doctora Josefa Zambrano, integrante de la Academia Venezolana de la Lengua, pronunció el discurso de orden en el cual recordó que el 23 de abril de 1616 fallecieron Miguel de Cervantes Saavedra, el inca Garcilaso de la Vega y el dramaturgo inglés William Shakespeare.
En la ocasión fueron conmemorados 409 años de la muerte de los tres más grandes escritores de todos los tiempos, y la académica indicó que hace 15 años la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decretó el 23 de abril como el Día Internacional del Idioma Español a la memoria de los escritores Miguel de Cervantes Saavedra y el inca Garcilaso de la Vega, con la con la finalidad de concienciar acerca de la historia, la cultura y el uso del español como idioma oficial. Y de igual forma institucionalizó el día de la lengua inglesa en memoria de William Shakespeare.
Por su parte, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el 15 de noviembre de 1995, estableció que el 23 de abril se celebraría el Día Internacional del Libro con la finalidad de estimular y promover la lectura, y proteger la publicación de libros y los derechos de autor.
Celebramos con júbilo esta macro lengua de valor universal ya que es hablada por más de 600 millones de personas en todo el mundo, dijo la doctora Zambrano. Gracias a ella nos hemos convertido, según el decir de don Horacio bior Castillo presidente de la Academia Venezolana de la Lengua correspondiente de la Real Academia Española en una gran nación hispanohablante.
Así mismo nos llena de orgullo el saber que el español es la segunda lengua materna del mundo y el tercer idioma más usado en internet, prosiguió la doctora Zambrano. De ahí que tenemos que preservar, proteger y cuidar con celo la riqueza de nuestra lengua, de nuestro idioma, pues su empobrecimiento solo engendra miseria intelectual.
No solo celebramos la oralidad, el habla, la conversación y el decir coloquial sino también la palabra escrita, el quehacer escritural, la creación literaria y desde luego el libro y la lectura. La académica trajo las palabras de Luis Mateo Diez, en su discurso al recibir el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes 2023: “Vivo contando y cuento viviendo. La ficción es una parte imprescindible de la existencia.”
Y evocó a don Simón Rodríguez, cuyo nombre lleva la Universidad Nacional Experimental, quien fue un gran lector y decía que leer es resucitar ideas sepultadas en el papel. Cada palabra es un epitafio. Llamarlas a la vida es una especie de milagro.