El ministro de Educación, Héctor Vicente Rodríguez Castro, desde que fue designado para ese cargo hace ocho meses, no ha mostrado interés para resolver los problemas del sector y, en consecuencia, el proceso educativo cada día empeora, porque sigue registrándose la deserción tanto de educadores como de educandos.
Así lo denunció el doctor Falime Amiolcar Hernández Vallenilla, presidente de la Federación de Trabajadores Sindicalizados de la Educación (Fetrasined), quien dice que desde el 27 de agosto del año pasado cuando fue designado titular del Ministerio, el funcionario lo único que ha hecho es enviar a sus subalternos a una reunión, hace dos meses, para que hablaran con la dirigencia sindical; pero, los enviados no tienen condiciones para resolver nada.
Las quejas y reclamos han sido sustentadas en la realidad que vive el sector; pero, todo ha sido inútil, ya que los funcionarios que ha hablado con nosotros se han limitado a decir que no existen recursos para atender los planteamientos porque el ministerio no cuenta con disponibilidades y todo depende de la facultad del jefe del Ejecutivo Nacional.
Es condenable y, por tanto, existe malestar cada vez mayor entre educadores y trabajadores de la educación porque el Ejecutivo Nacional en forma arbitraria le ha venido quitando los derechos a todas las personas que trabajan para el sector educativo y hoy todas ellas se encuentran totalmente desprotegidas.
Los salarios y los beneficios que le corresponden a los trabajadores han sido destruidos por la Onapre, ya que esta dependencia del gobierno ha violentado las leyes y la propia Constitución. Cada día desertan los trabajadores y, por supuesto, también hay una deserción de niños y jóvenes porque la educación, como ya lo hemos denunciado en forma insistente, se encuentra en situación crítica y sin posibilidades de que pueda mejorar.
Estamos a pocas horas del primero de mayo, pero por lo visto no existe la menor intención de cambiar la situación de los trabajadores, quienes saldrán a la calle ese día para insistir en que el gobierno atienda sus reclamos y quejas porque en los momentos el costo de la vida está condenando a la gente a pasar hambre y, por supuesto, a sufrir daños en su salud por cuanto está mal alimentada, dijo el profesor y abogado Hernández Vallenilla, especialista en materia laboral.