«El hombre está condenado a ser libre.»
Jean-Paul Sartre
(Nobel de Literatura, 1964, lo rechazó)
«La esperanza es el velo de la naturaleza…
…para ocultar la desnudez de la verdad”
Alfred Nobel
«El hombre se realiza cuando se convierte en…
…un instrumento de perfección.»
Rabindranath Tagore
(Nobel de Literatura, 1913)
«El problema del hombre no está en la bomba atómica,
…sino en su corazón.»
Albert Einstein
(Nobel de Física, 1921)
«La vida no es la que uno vivió,
…sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla.»
Gabriel García Márquez
(Nobel de Literatura, 1982)
«El hombre es un animal crédulo y necesita algo en lo que creer.
Si no cree en Dios, estará dispuesto a creer en cualquier cosa.»
Bertrand Russell
(Nobel de Literatura, 1950)
- Antecedentes contrastantes
Los venezolanos pasamos de ser inadvertidos en el mundo hasta que apareció el oro negro y nos hicimos ricos de la noche a la mañana. Pasamos de pobre de conuco a grandes terratenientes. A partir de ese instante, no ha cesado de surgir desgracias y bien que se dice que el caudal es el peor contrario de la integridad. Ser venezolano terminó siendo sinónimo de una riqueza que lo arruinó, olvidando que la satisfacción del deber cumplido con pudor, es la única riqueza (dijo Alfred Nobel precursor del Premio), y cerrando con broche de oro, el filósofo helénico Sócrates subrayó: La riqueza, no consiste en tener grandes posesiones, sino en tener pocas necesidades.…
Otro de los símiles que nivela y atañe al venezolano, es su capacidad de resiliencia a la mala gestión gerencial, que volvió a la gruta de expoliación de las arcas de la nación, por sólo pensar en plata y si solo se piensa en plata, creyendo que puede todo, acabas corrupto; No pienses que el dinero lo hace todo, o acabarás haciéndolo todo por dinero… dijo Voltaire.
- Del Baby Boomers Venezolano, al Venezo-landro del Ferrocarril
La historia contemporánea de Venezuela está marcada por una evolución social y política que encuentra en los Baby Boomers un punto de partida crucial. Esta generación, nacida en un período de relativa estabilidad económica y social, fue testigo de un país que aspiraba a la modernidad. Sin embargo, el paso del tiempo y las transformaciones políticas llevaron a una avería de las instituciones, dando lugar a anómalos como el «Tren de Aragua» una organización criminal que se produjo en las penitenciarías venezolanas y que simboliza el colapso del tejido social.
Desde una perspectiva etnológica, el «Tren de Aragua» representa una subcultura emergente dentro de un sistema penitenciario que, lejos de rehabilitar, se convirtió en un microcosmos de poder y control. Nacido en la prisión de Tocorón, en el estado Aragua, este grupo criminal evolucionó de ser una pandilla carcelaria a una organización transnacional, extendiendo su influencia a varios países de América Latina. Su estructura jerárquica y su capacidad para explotar las debilidades de la diáspora venezolana reflejan un fenómeno antropológico de adaptación y supervivencia en un contexto de crisis.
El gobierno actual, caracterizado por su centralización y autoritarismo, ha sido incapaz de abordar las raíces de este problema. Las cárceles, en lugar de ser espacios de reintegración social, se han convertido en centros de poder paralelo, donde grupos como el Tren de Aragua progresan. Este fenómeno no solo pone en evidencia las fallas del sistema penitenciario, sino también la desconexión entre las políticas públicas y las necesidades reales de la población.
Las elecciones del 25 de mayo, en caso de efectuarse, representan un momento crítico para el futuro del país. Sin embargo, la falta de transparencia y la manipulación del proceso electoral sugieren un futuro espurio, donde las auténticas demandas de la sociedad podrían quedar de nuevo relegadas. En este contexto, el Venezo-landro del Tren de Aragua se convierte en una metáfora de un país atrapado entre la promesa de cambio y la realidad de un sistema que perpetúa la desigualdad y la corrupción.
- Origen, Organización y eficacia de la mega banda delincuencial de «Niño Guerrero»
El Tren de Aragua es una organización criminal transnacional que tuvo su origen en la cárcel de Tocorón, estado Aragua, Venezuela. Su líder más conocido, Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias «Niño Guerrero«, se convirtió en la figura central de esta mega banda. Aunque no fue el fundador original, tomó el liderazgo tras la muerte de José Álvarez Rojas, alias «Chino Pradera,» en 2016.
Niño Guerrero, comenzó su carrera delictiva a los 21 años, cuando cometió su primer asesinato al matar a un policía. Desde entonces, escaló ágilmente en el mundo del crimen. Fue condenado por múltiples delitos, incluyendo homicidio, tráfico de drogas, falsificación de documentos y asociación para delinquir. A pesar de estar recluido en Tocorón, utilizó la prisión como base de operaciones, reforzando su poder y organizando acciones criminales.
El Tren de Aragua opera con una estructura jerárquica, donde los líderes dentro de la prisión coordinan las acciones de sus miembros en el exterior. Sus operaciones incluyen extorsión, secuestros, tráfico de drogas, trata de personas y control de minas de oro en el sur de Venezuela. Además, han utilizado la diáspora venezolana para expandir su influencia, extorsionando a migrantes y estableciendo redes en otros países.
El Tren de Aragua ha extendido sus actividades criminales a varios países de América Latina, incluso: Colombia: Extorsión y tráfico de drogas. Perú: Trata de blancas y secuestros. Chile: Extorsión a migrantes y sicariato. Bolivia y Brasil: Operaciones afines al narcotráfico.
Un ejemplo notable es su control de corredores de narcotráfico en el estado Sucre, que conecta con las islas del Caribe. También han utilizado fundaciones benéficas como «Fundación Somos el Barrio JK» para lavar dinero y cuidar una fachada de apoyo comunal. La marca del Tren de Aragua es un reflejo de las fallas estructurales del sistema carcelario y la crisis social en Venezuela. Su esparcimiento mundial subraya la necesidad de cooperación regional para combatir este tipo de organizaciones criminales.
- Actividades y transcendencia en Estados Unidos
El Tren de Aragua ha abierto sus actividades criminales a los Estados Unidos, donde su presencia ha creado inquietud entre autoridades locales y federales. Esta organización criminal ha sido vinculada con delitos como tráfico de drogas, trata de personas, extorsión y asesinatos en varios estados del país.
Nueva York: En abril de 2025, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) acusó a 27 personas vinculadas al Tren de Aragua por delitos como crimen organizado, tráfico de drogas, prostitución y extorsión a pequeños negocios. Entre los acusados se encuentran miembros clave de la organización, como Jarwin Valero Calderón («La Fama») y Samuel González Castro («Klei»). Florida: Se han reportado casos de fraude bancario y tráfico de drogas relacionados con la banda. Por ejemplo, un miembro del Tren de Aragua retiró fraudulentamente $118,000 y transfirió los fondos a Venezuela. Texas y otros estados: La organización también ha sido vinculada con redes de tráfico humano y explotación sexual en estados como Texas, Virginia y Georgia. Colorado: En este estado, miembros del Tren de Aragua han sido arrestados por delitos como robos y tiroteos.
- Impacto y respuesta de las autoridades
El gobierno de los Estados Unidos ha clasificado al Tren de Aragua como una amenaza significativa para la seguridad nacional. Las autoridades han intensificado operativos para desmantelar la infraestructura de la banda en el país, con arrestos y acusaciones formales en múltiples estados. Sin embargo, la capacidad organizativa para infiltrarse en poblaciones migrantes y operar de manera encubierta sigue siendo un desafío. El alcance del Tren de Aragua en Estados Unidos refleja la magnitud de su influencia transnacional y subraya la necesidad de una cooperación mundial efectiva para lidiar con este tipo de crimen organizado.
- Incidencia en la reducción de actividades criminales
El presidente Nayib Bukele de El Salvador ha implementado una estrategia agresiva contra las pandillas, incluyendo la construcción del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) una mega cárcel diseñada para albergar a los criminales peligrosos, como líderes de pandillas y miembros de bandas transnacionales. Esta política ha tenido un impacto significativo en la reducción de actividades criminales tanto dentro como fuera del país.
Dislocación de pandillas: Bajo el régimen de excepción implementado por Bukele, más de 62,000 presuntos pandilleros han sido arrestados desde 2022. Esto ha debilitado la estructura operativa de bandas como la Mara Salvatrucha (MS-13) y el Barrio 18, que tenían conexiones con otras organizaciones criminales en América Latina, incluso, el Tren de Aragua. Aislamiento total: Los líderes de pandillas recluidos en el CECOT han sido completamente incomunicados, lo que ha limitado su capacidad para coordinar acciones criminales desde la prisión. Impacto regional: La política de Bukele ha inspirado a otros países de la región a adoptar medidas más estrictas contra el crimen organizado, dificultando la expansión de bandas transnacionales.
- Características del CECOT para el control de criminales
Capacidad masiva: El CECOT puede albergar hasta 40,000 reclusos, lo que lo convierte en una de las prisiones más grandes de América Latina. Aislamiento extremo: Los reclusos están completamente incomunicados, sin acceso a visitas familiares o abogados. Esto evita que puedan influir en actividades externas. Vigilancia constante: El centro cuenta con cámaras de seguridad y guardias armados que monitorean a los prisioneros las 24 horas del día. Condiciones estrictas: Los reclusos no tienen acceso a utensilios, y las celdas están diseñadas para evitar cualquier tipo de comunicación o escape. Ubicación estratégica: Situado en zona aislada, el CECOT dificulta cualquier intento de fuga o intervención externa.
Aunque estas medidas han reducido significativamente la criminalidad, también han generado críticas por posibles violaciones a los derechos humanos y falta de transparencia en el proceso judicial. Sin embargo, el impacto en la disminución de actividades criminales es innegable.
- Síntesis
El panorama de la delincuencia en Venezuela plantea interrogantes fundamentales sobre el futuro del país y la capacidad de sus instituciones para enfrentar desafíos tan complejos. ¿Cómo puede el sistema penitenciario transformarse en un espacio de rehabilitación y no en un núcleo de poder criminal? ¿Qué medidas concretas podrían implementarse para desmantelar organizaciones como el Tren de Aragua sin comprometer los derechos humanos? ¿Es posible que las elecciones y los cambios políticos traigan soluciones reales, o seguirán siendo un reflejo de un sistema que perpetúa la desigualdad y la corrupción?
Además, ¿Cómo puede la sociedad venezolana reconstruir el tejido social que ha sido fracturado por años de crisis y desconfianza? ¿Qué papel jugará la cooperación internacional en la lucha contra el crimen transnacional, y cómo se puede garantizar que esta colaboración sea efectiva y respetuosa de la soberanía nacional? Estas preguntas no solo invitan a la reflexión, sino que también exigen acciones concretas y urgentes para abordar las raíces de la delincuencia y construir un futuro más justo y seguro.
Marcantonio Faillace Carreño