Mariana González de Tudares, hija de Edmundo González, alzó su voz el pasado sábado 26 de abril para exigir la liberación de su esposo, Rafael Tudares Bracho, quien cumple 109 días detenido arbitrariamente en Venezuela bajo condiciones de desaparición forzada.
A través de un comunicado publicado en su cuenta de X, González de Tudares relató que desde el 7 de enero de 2025 su esposo permanece en situación de desaparición forzada, sin acceso a un abogado de confianza ni comunicación con su familia. Además, denunció que la audiencia de presentación se realizó clandestinamente, sin defensa legal efectiva, lo que representa una grave violación al derecho al debido proceso.
«Ser yerno no es un delito»
Mariana González denunció que el proceso judicial contra su esposo carece de fundamento, ya que, según la Defensora Pública, la acusación se basa en el hecho de que Tudares es representante legal de propiedades de su suegro y, además, yerno de Edmundo González. “Ninguna relación familiar, ninguna vocación, puede justificar su desaparición ni su encierro en clandestinidad”, expresó con firmeza.
La esposa de Tudares comparó esta práctica con los métodos empleados en regímenes dictatoriales de la historia, como el nacional socialismo en Alemania y las dictaduras militares en América Latina.
Restricciones y falta de acceso a Rafael Tudares
Según González, no se le permite acceder al expediente judicial, ni estar presente en la próxima audiencia preliminar, prevista para el 19 de mayo de 2025. A pesar de las indicaciones oficiales de que Rafael estaría recluido en Rodeo 1 (SESMAS), ella ha acudido repetidamente sin poder confirmar su paradero, agravando aún más su situación de desaparición.
“Rafael sigue en situación de desaparición forzada. No lo he encontrado. No sé si está vivo”, denunció entre líneas de profundo dolor y preocupación.
Llamado urgente a la comunidad internacional
En su comunicado, Mariana González recordó las recientes alertas emitidas por organismos internacionales como el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de la ONU y la CIDH, que advierten sobre un patrón sistemático de desapariciones forzadas en Venezuela, involucrando a varias autoridades estatales.
Finalmente, González de Tudares exigió justicia no solo para su esposo, sino para todos los venezolanos víctimas de estas prácticas. «Defender los derechos humanos es un acto de humanidad«, sentenció, haciendo un llamado a la solidaridad nacional e internacional.