La Compañía de Jesús rindió este jueves un emotivo homenaje al papa Francisco, recordándolo como un líder profundamente humano, comprometido con la pobreza, la humildad y la renovación de la Iglesia Católica.
Durante un acto celebrado en la Curia General de Borgo Santo Spirito, el Padre Arturo Sosa SJ, superior general de los jesuitas, resaltó el carácter sencillo del pontífice: «Era una persona normal, consciente de sus propios límites, con quien se podía dialogar y discrepar», destacó.
Sosa subrayó que Francisco no buscaba la aprobación popular ni medía su papado con índices de popularidad, sino que guiaba sus decisiones a través del discernimiento, la oración y la escucha de los signos de los tiempos. «Sabía que sus acciones no agradarían a todos, pero su compromiso era con el Evangelio y con el sufrimiento de la humanidad», señaló.
Durante el homenaje, también se reconoció el profundo impacto del pontificado de Francisco en la transformación de la Iglesia. «Condujo a la Iglesia por un camino de cambios profundos, resistidos por algunos pero celebrados por muchos», dijo Sosa, quien propuso recordar a Francisco como el «Papa reformador» por su valentía en emprender reformas cuyos frutos, en muchos casos, no llegaría a ver.
Sobre el nuevo sumo pontífice
De cara al futuro, Sosa recordó que el próximo líder de la Iglesia debe ser «el sucesor de Pedro, no el sucesor de Francisco», subrayando que la misión de quien sea elegido será continuar con una visión verdaderamente universal, que reconozca la diversidad como una riqueza, y no como una barrera.
«El mundo necesita paz, y nosotros estamos llamados a construirla», insistió el superior general, evocando las palabras de Francisco tras la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado: «Abran sus ojos y corazones para que cada encuentro con los necesitados se convierta en un encuentro con Jesús».
Finalmente, Sosa reiteró el compromiso de los jesuitas de obedecer y apoyar al nuevo Papa, como lo dictan sus votos: «Todo Papa es elegido para calzar las sandalias del pescador. Buscamos a un hombre de Dios y nos pondremos a su servicio», concluyó.