La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) anunció este viernes que ha tenido que suspender o reducir varios de sus programas de asistencia en Colombia, debido a la drástica disminución de la financiación, poniendo en riesgo los avances logrados en la protección de poblaciones desplazadas y vulnerables.
Faltan más de 100 millones de dólares
Durante una rueda de prensa en Ginebra, el portavoz de ACNUR, William Spindler, explicó que la organización necesita 118,3 millones de dólares para mantener sus operaciones este año. Sin estos recursos, advirtió, «años de progresos podrían perderse», afectando principalmente a niños, mujeres y familias.
Entre los programas impactados, Spindler destacó la suspensión de la distribución de ayuda humanitaria en el conflictivo área del Catatumbo, donde unas 63.000 personas han sido desplazadas recientemente debido al recrudecimiento de los combates armados. Además, ACNUR también detuvo programas de apoyo a más de 17.000 niños, exponiéndolos al riesgo de reclutamiento forzado y explotación.
Regularización de venezolanos en peligro
Una de las consecuencias más graves es el riesgo que enfrenta el proceso de regularización de cerca de 500.000 refugiados venezolanos en Colombia, que ahora podría paralizarse. Asimismo, los recortes ponen en jaque programas para la legalización de asentamientos informales donde viven más de 100.000 desplazados internos.
«Los recortes afectan las labores de estabilización, integración local y autonomía de refugiados y desplazados», subrayó el portavoz.
Crisis de financiación para América Latina
La crisis de recursos afecta a toda la región. De los 1.400 millones de dólares que la ONU había fijado como objetivo para 2025 para asistir a refugiados y migrantes venezolanos en América Latina, solo se ha recaudado un 4,6 %.
Aunque Japón, Suecia, Corea del Sur y España han realizado contribuciones importantes, la falta de fondos se agrava tras el drástico recorte de ayuda de Estados Unidos, que era el principal donante en el continente.
ACNUR busca recuperar el apoyo internacional
Spindler destacó que se están realizando gestiones para reconectar con autoridades estadounidenses y también reforzar los lazos con otros donantes.
«Estamos redoblando esfuerzos para asegurar este apoyo vital, imprescindible para proteger a las poblaciones más vulnerables», concluyó.